Equidad

Participación social, consumo y equidad cultural
Hugo Achurar Uruguay. Es profesor de Literatura Latinoamericana de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República del Uruguay y dirige el Programa sobre Políticas Culturales de la Fundación Rockefeller, en su país

Globalización, defensa de valores nacionales, acceso democrático, consumo cultural, “ciudadanía cultural” son algunasde las cuestiones que han venido pautando muchos de los desafíos contemporáneos en relación con la cultura y su articulación con la sociedad. De todo esto se han venido ocupando gobiernos, organizaciones populares, organismos regionales, artistas, empresarios y académicos. Pero, ¿qué hacer frente a estos desafíos que se han vuelto campo de intensos combates? El problema no radica tanto en quépregunta hacer o desde de cuál disciplina o problemática plantear el problema, sino desde dónde y para qué o para quién. O ¿desde la acción política de la ciudadanía, desde el gobierno o desde la academia? Incluso, planteado desde otra perspectiva: ¿desde un proyecto de clase media ilustrada o desde un proyecto de los sectores, llamados populares? En definitiva, lo que estoy preguntando es: “¿quién esel sujeto de la acción y cuál es la acción? Determinar esto supone delinear diferentes estrategias y relatos; pues una cosa es pensar el tema desde la academia con el objetivo del conocimiento y otra es pensarlo desde la acción de la ciudadanía o del gobierno con el fin de instrumentar políticas culturales o acciones sociales. La distinción, aunque obvia, está en la base del problema que ocupa lapresente reflexión. Una cultura nacional y popular Muchos de los análisis o de las propuestas en relación con la cultura no siempre explicitan desde dónde y para qué o para quién se formulan dichos estudios o se proponen los planes de acción. Sin embargo, no me parece que alcance con determinar la acción a realizar o con identificar el sujeto de la acción. En este sentido, el relato dominante delpresente es el de la globalización económicofinanciera. Un relato que, considerado desde América Latina y sobre todo desde la cultura – incluidas las industrias culturales y la llamada “cultura popular”–, construye la globalización (o la mundialización como propone Renato Ortiz) como una amenaza que debe ser enfrentada con una serie de acciones tendientes a proteger y a consolidar los recursos ylos bienes culturales a nivel local, nacional y regional. Si bien se puede aceptar que este relato da cuenta del escenario que viven las sociedades y los gobiernos de América Latina, ello no implica que las acciones a llevar a cabo tengan absoluto consenso. Entre otras razones por la del artillero: no todos desean el mismo futuro. Supongamos que, en el actual escenario de la globalización, sequiera construir un proyecto que atienda los deseos y las necesidades de los sectores populares e incluso que se desee construir una “cultura nacional y popular”. Esto obliga a formular la siguiente pregunta: ¿un proyecto, desde los sectores populares o desde un gobierno que aspire a representar los

2 intereses populares, tiene que ser necesariamente populista o puede escapar a los eventualesriesgos del populismo? La pregunta es particularmente pertinente en momentos en que, en distintos países de América Latina, se plantean de hecho estas u otras disyuntivas similares. Más aún, es pertinente si se pretende enfrentar los riesgos y las amenazas –así como también para procesar los eventuales beneficios si como algunos plantean éstos existen– de la mencionada globalización. Todo lo anteriorparecería desembocar necesariamente en lo que hace mucho tiempo, en la década del treinta del pasado siglo XX, se conocía como la “cultura nacional y popular”. Al respecto, Antonio Gramsci sostenía que la formación de una “cultura nacional popular” estaba ligada a una reforma económica. Esto está directamente vinculado con el tema que nos ocupa en esta parte del presente Seminario, a saber: el...