Equis De Equis De
decidido a detener tal infamia, fueron hombres y mujeres quienes tomaron en susmanos las riendas de su destino. Destino que estaba hecho de una pasado
avasallador, del desconocimiento de ladiversidad indígena y culturalmente
apreciable, y de un hurto de la riqueza nacional legitimado y respaldado por ungobierno malinchista.Hombres y mujeres, sumergidos y consientes de su realidad,sabían de
antemano que una lucha no traería un cambio repentino e inmediato a sus
actuales circunstancias, pero si sabían que un cambio drástico, como lo suele seruna revolución, rendiría frutospara sus hijos, mismos que se encargarían de
seguir sus ideales, sus banderas, y establecerían ejes rectores a una nueva
sociedad fundada en los principios universales de la dignidad humana.Para llevartal obra tuvieron que sumergirse en el ritual personal de definir su visión y misión,
vencer los miedos y resaltar sus mayores valores. Así, renovados, dieron pauta al
nacimiento deleyendas, de acciones heroicas, que no pudieron haberloconseguido si no estuvieran suficientemente convencidos de su causa.Paradójicamente, en el proceso, también hubo quienes nacieron para hacerlefrente a estos héroes y de estos sus causas: los Villanos gustosos del poder.
CONTENDER EN LA CAUSA
se volvió una moda nacional, iniciada en elnorte del país, y no siguiendo la brújula, se extendióhacia el sur, tomando fuerza
moderadamente en proporción a una población ferviente de cambio con una
conciencia determinada a llevar y plasmar todas las demandas de una sociedaddesfavorecidaque creyeron en esta lucha la mejor forma y única en que podían
elevarlas a prioridad nacional. Obvio, este proceso de ajuste social y económico
no era bien visto por los jefes y caciques delas políticas estatales, como PorfirioDíaz, quien consideraba que no era necesario, calificándolas como levantamientos
y revueltas dispersas con metas no unificadas, para él, en sus últimos años...
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