Era Isabelina
Al cabo de la gradual evolución que había comenzado en sus remotos e inciertos orígenes medievales, el teatro inglés reveló en el siglo XVI síntomas inequívocos de una toma deconciencia, que aspiraba a resolverse en una creación escénica original y definitiva que permitiera la maduración y síntesis de las experiencias dramáticas adquiridas hasta entonces. Los factores quecontribuyeron a transformar este deseo en una realidad plena deben explorarse en un complejo juego de circunstancias propicias que estimularon la consolidación social y el perfeccionamiento artístico dedrama. Estas circunstancias pueden distribuirse en tres grupos principales: 1) las condiciones históricosociales de Inglaterra en las postrimerías del siglo XVI 2) los estímulos que favorecieron elafianzamiento institucional del teatro; y 3) el desarrollo de un instrumento poético apto para la literatura dramática.Por supuesto, los historiadores del drama inglés se preguntan de qué modo fue posibleuna receptividad tan amplia. Con la intención de proporcionar una respuesta, se ha elaborado un esquema que podría donominarse “teoría de los niveles”, especialmente aplicado a la producción deShakespeare; según esta interpretación, cuando un autor isabelino concebía una pieza teatral, en forma casi espontánea su imaginación tendía a fundir muy diversos elementos que apelaban simultáneamente adiversos sectores del auditorio.La escenografía era casi desconocida, de modo que la acción podía paras de un sitio a otro sin interrupciones; a fin de que el público pudieses acudir a su propiafantasía para evocar el lugar en que transcurrían los sucesos, con frecuencia los personajes describían oralmente el imaginario ámbito en que se hallaban. El escenario carecía de telón, y como lassangrientas anécdotas a menudo concluían diseminado sobre el tablado abundancia de “cadáveres”, para evitar el efecto ridículo de una “resurrección” general que permitiera retirarse de escena a los actores...
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