Erasmo castellanos quinto

ERASMO CASTELLANOS QUINTO

Para quienes lo tratamos o para quienes simplemente le vieron transcurrir por las calles con su figura anacrónica que evocar su imagen: faz de bondad anciana enmarcada entre el bombín —domo de tanta cortesía— y la barca bifurcada y canosa; luz de sabiduría en los ojos, nariz semítica y una infinita comprensión hacia sus semejantes; su saco de amplísimas hombreras y unágil caminar menudo que parecía paradójico ante la edad aparente; sandalias silenciosas y el ademán galante de añoradas épocas que bajaba de la banqueta para ceder la acera en ocasionales encuentros con personas de su estimación.
Maestro por vocación, aprovechaba todo instante. Al terminar la clase, amena charla rodeaba el barandal que usaba de escritorio. Frecuentemente la curiosidad inquiríasu edad indefinible y don Erasmo se deleitaba en el joven desconcierto:“Los que conocí por padres - decía con irónica sonrisa- nunca me dijeron la fecha exacta de mi nacimiento; pero eso es lo que menos me importa, debo ser juzgado por mi obra, no por mis canas. La obra es lo perdurable y algún día, como la hierba, o como los cactos sin que nadie quisiera acercarse a mis espinas...” Entre bromas yverdad, a veces agregaba: “El origen de todos los grandes siempre es nebuloso...”: Y la casualidad o el error, prolongaron la “nebulosidad” que cultivara.
Dos documentos dan fe de su natalicio. En la partida del Registro Civil consta que “...el 17 de agosto de 1880, el señor Erasmo Castellanos presentó un niño de quince días de nacido...” (2 de agosto de 1880). En la iglesia parroquial deSantiago Tuxtla Erasmo Esteban” . Ambos documentos señalan como padres a los esposos Erasmo Castellanos y Juana María Quinto. Por anotaciones marginales en la fe bautismal, pensamos que es la más digna de crédito. Falleció don Erasmo el 11 de diciembre de 1955. Veinte años menos de los que afirmaba cuando se le insistía demasiado. Lo cierto es que eso obedecía a un rango de caballerosidad: BellaGabriela, su esposa siempre amada, fue diez años mayor que el Maestro y él dejo crecer junto a la difurcada barba, la leyenda de su longevidad.
Originario de Santiago Tuxtla, Veracruz.Cursó en Orizaba la carrera de abogado que “refrendó más tarde en la ciudad de México” y fue en la misma Pluviosilla donde inició la vocación cuando don Rafael Delgado le pidió substituirlo en las cátedras de latín ygriego.
En México, ya en la Preparatoria, gana por oposición la cátedra que dejara Amado Nervo para cumplir misiones diplomáticas.Fue el principio de lo que el Maestro llamaba reiteradamente “el contacto con la juventud y la belleza”, dedicación que le mantuvo medio siglo unido a la Preparatoria, de 1906 a 1955, en momento de la transición hacia la nueva Universidad. Su sentido del deber, dejóinsuperable registro de asistencia en la Preparatoria a donde no le hicieron faltar ni la Decena Trágica, ni el día inolvidable que muriera su amada Bella Gabriela y en que ahogado de dolor se presentó en el aula, porque ante todo era Maestro. Entrega plena, total, sin reserva, a la incesante siembra de inquietudes e impresiones estéticas.
Conocía el secreto de la suprema creación artística que descubríalos embriones para cultivarlos. Poseyó el soplo que vitalizaba facultades ajenas e impulsaba a los hombres hacia el sendero de su ruta interior en dinámico ideal educativo.Supo crear artistas sin el derecho de firmar su obra, sólo en la espera, casi siempre estéril, de que algún día retribuyera el recuerdo el impulso nutricio de su pensamiento.Gratitud, sin costo para los discípulos.
Nadie mássediento de ser considerado poeta en las letras mexicanas y al mismo tiempo nadie tan inhibido para publicar su obra. Inhibición brotada en el temor ante la consciente autoevaluación y el posible rechazo de la crítica; a la vacuidad imperante del “snobismo” poético; a la opinión insulsa de periodistas que no manejan mejor escala de valor que el adjetivo; a todo lo que hiriése la exacerbada...