Ernest Hemingway - Los asesinos

Páginas: 11 (2716 palabras) Publicado: 19 de febrero de 2015
LOS ASESINOS
ERNEST HEMINGWAY

La puerta del restaurante de Henry se abrió y entraron dos hombres que se sentaron al
mostrador.
—¿Qué van a pedir? —les preguntó George.
—No sé —dijo uno de ellos—. ¿Vos qué tenés ganas de comer, Al?
—Qué sé yo —respondió Al—, no sé.
Afuera estaba oscureciendo. Las luces de la calle entraban por la ventana. Los dos hombres
leían el menú. Desde el otroextremo del mostrador, Nick Adams, quien había estado
conversando con George cuando ellos entraron, los observaba.
—Yo voy a pedir costillitas de cerdo con salsa de manzanas y puré de papas —dijo el
primero.
—Todavía no está listo.
—¿Entonces por qué carajo lo ponés en la carta?
—Esa es la cena —le explicó George—. Puede pedirse a partir de las seis.
George miró el reloj en la pared de atrásdel mostrador.
—Son las cinco.
—El reloj marca las cinco y veinte —dijo el segundo hombre.
—Adelanta veinte minutos.
—Bah, a la mierda con el reloj —exclamó el primero—. ¿Qué tenés para comer?
—Puedo ofrecerles cualquier variedad de sánguches —dijo George—, jamón con huevos,
tocino con huevos, hígado y tocino, o un bife.
—A mí dame suprema de pollo con arvejas y salsa blanca y puré de papas.—Esa es la cena.
—¿Será posible que todo lo que pidamos sea la cena?
—Puedo ofrecerles jamón con huevos, tocino con huevos, hígado...

—Jamón con huevos —dijo el que se llamaba Al. Vestía un sombrero hongo y un sobretodo
negro abrochado. Su cara era blanca y pequeña, sus labios angostos. Llevaba una bufanda de
seda y guantes.
—Dame tocino con huevos —dijo el otro. Era más o menos de lamisma talla que Al. Aunque
de cara no se parecían, vestían como gemelos. Ambos llevaban sobretodos demasiado
ajustados para ellos. Estaban sentados, inclinados hacia adelante, con los codos sobre el
mostrador.
—¿Hay algo para tomar? —preguntó Al.
—Gaseosa de jengibre, cerveza sin alcohol, y otras bebidas gaseosas —enumeró George.
—Dije si tenés algo para tomar.
—Sólo lo que nombré.
—Es unpueblo caluroso este, ¿no? —dijo el otro— ¿Cómo se llama?
—Summit.
—¿Alguna vez lo oíste nombrar? —preguntó Al a su amigo.
—No —le contestó éste.
—¿Qué hacen acá a la noche? —preguntó Al.
—Cenan —dijo su amigo—. Vienen acá y cenan de lo lindo.
—Así es —dijo George.
—¿Así que creés que así es? —Al le preguntó a George.
—Seguro.
—Así que sos un chico vivo, ¿no?
—Seguro —respondió George.—Pues no lo sos —dijo el otro hombrecito—. ¿No cierto, Al?
—Se quedó mudo —dijo Al. Giró hacia Nick y le preguntó: —¿Cómo te llamás?
—Adams.
—Otro chico vivo —dijo Al—. ¿No, Max, que es vivo?
—El pueblo está lleno de chicos vivos —respondió Max.
George puso las dos bandejas, una de jamón con huevos y la otra de tocino con huevos, sobre
el mostrador. También trajo dos platos de papas fritas ycerró la portezuela de la cocina.
2

—¿Cuál es el suyo? —le preguntó a Al.
—¿No te acordás?
—Jamón con huevos.
—Todo un chico vivo —dijo Max. Se acercó y tomó el jamón con huevos. Ambos comían
con los guantes puestos. George los observaba.
—¿Qué mirás? —dijo Max mirando a George.
—Nada.
—Cómo que nada. Me estabas mirando a mí.
—En una de esas lo hacía en broma, Max —intervino Al.
Georgese rió.
—Vos no te rías —lo cortó Max—. No tenés nada de qué reírte, ¿entendés?
—Está bien —dijo George.
—Así que pensás que está bien —Max miró a Al—. Piensa que está bien. Esa sí que está
buena.
—Ah, piensa —dijo Al. Siguieron comiendo.
—¿Cómo se llama el chico vivo ése que está en la punta del mostrador? —le preguntó Al a
Max.
—Ey, chico vivo —llamó Max a Nick—, andá con tu amigo delotro lado del mostrador.
—¿Por? —preguntó Nick.
—Porque sí.
—Mejor pasá del otro lado, chico vivo —dijo Al. Nick pasó para el otro lado del mostrador.
—¿Qué se proponen? —preguntó George.
—Nada que te importe —respondió Al—. ¿Quién está en la cocina?
—El negro.
—¿El negro? ¿Cómo el negro?
—El negro que cocina.
—Decile que venga.
—¿Qué se proponen?
3

—Decile que venga.
—¿Dónde se...
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