Ernesto Dihigo y López Trigo

Ernesto Dihigo y López Trigo

Nace en la provincia La Habana, Cuba; el 23 de enero de 1926. Fue hijo de Juan Miguel Dihigo y Mestre. Se graduó como Bachiller en Ciencias y Letras en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana (1912) y como Dr. en Filosofía y Letras y en Derecho Civil (1918), en la Universidad de La Habana. Desde 1917 hasta 1925 se desempeñó como Profesor Agregado en laFacultad de Derecho, cargo que alternó con el de Ayudante Facultativo del Laboratorio de Fonética Experimental de la Escuela de Letras y Filosofía (1917-1919).
Colaboró en “El Fígaro”, “Cuba Contemporánea”, “Revista Cubana de Derecho” y en la “Revista de Derecho Internacional”.
Con Félix Martínez Giralt, tradujo del francés el tomo I de la obra de Eugenio Florian Derecho Penal (1920).
En 1922ingresó en la Academia Nacional de Artes y letras con el discurso "Los factores fundamentales de la escultura gótica", y en 1927, en el Consejo Universitario.
Durante 1978 perteneció como suplente, al claustro general de la Universidad de La Habana, fue presidente sustituto de la Caja de Pensiones Ferroviarias y contribuyó a preparar el Congreso Internamericano de Universidades, celebrado en LaHabana. Posteriormente fungió como vicepresidente del Colegio de Abogados (1933-1935) -institución que después premió su trabajo Sociedades de responsabilidad limitada (1936)-, impartió clases como profesor de la Escuela de Ciencias Comerciales desde 1934, integró el Tribunal Superior Electoral (1934-1939) y el consejo editor de la revista Universidad de la Habana (1937).
En la Facultad de Derecho dela Universidad de La Habana ocupó el cargo de decano (1941-1943). Fue presidente de la Comisión Organizadora de la Academia Interamericana de Derecho Comparado e Internacional (1941) —la cual dirigió cuatro años después—, participó como delegado de Cuba a la Conferencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en 1945, y como delegado del Comité de Juristas de la ONU, ese mismo año.Como Delegado Permanente de Cuba, representó al país en varias sesiones de la Asamblea General de la ONU, entre 1946 y 1952.
En 1948 participó en la IX Conferencia Panamericana y recibió la Orden Carlos Manuel de Céspedes, y, al año siguiente, fue presidente de la Comisión Americana de Territorios Dependientes.
El 29 de noviembre de 1947, durante su II Período de Sesiones, la Asamblea General dela ONU, aprobó la Resolución 181 (II), que disponía la división del territorio de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío. Esta decisión fue la culminación de un complicado y a veces sangriento proceso que se había iniciado mucho antes, cuando en 1917, Gran Bretaña como potencia mandataria, favoreció mediante el documento conocido como “Declaración Balfour”, la creación en ese territorioárabe de lo que llamó “un Hogar Nacional” para el pueblo judío. Su objetivo, enmascarado en argumentos falsos, era establecer una base propicia a sus intereses colonialistas en el Medio Oriente.
El debate en torno a la partición de Palestina en la recién creada ONU, fue turbulento y lleno de presiones y maniobras. La votación fue de 33 países a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. Cuba estuvoentre los que se opusieron.
El representante de Cuba en ese momento en la Asamblea General, el Dr. Ernesto Dihigo, importante intelectual que fue también prestigioso profesor de Derecho Internacional en la Universidad de La Habana, no se dejó presionar y adoptó una posición justa y digna, sujeta a la más estricta legalidad internacional. Hoy, a 60 años de aquellos acontecimientos, queremosrecordar los argumentos básicos de su discurso, pues pone de relieve los antecedentes de una injusticia que tuvo su origen en intereses colonialistas y cuyas sangrientas consecuencias parecen no tener fin y constituye la base del conflicto del Medio Oriente.
Por su extensión, solo reproducimos partes esenciales de su discurso:
“...consideramos que la partición de Palestina es contraria al derecho y...