Erradiquemos La Infección

¡Erradiquemos la infección!

La viruela fue una enfermedad que impactó a la humanidad debido a su alta tasa de mortalidad de aproximadamente el 30 % y que dejaba visibles marcas en el cuerpo, y quien sobrevivía, las llevaban de por vida; según los registros históricos, ya se describía la enfermedad hace más menos unos 3,000 años y hemos de aceptar que la trascendencia de este tema tiene muchasaristas, y en estas líneas quisiera abordar sólo un par de ellas: por un lado, está documentado que ha ocasionado más muertes que todas las infecciones juntas, por lo que desde luego su peligrosidad no fue menor ya que fue un problema que requería de atención inmediata hasta el hecho que en algunos países no se daba nombre a los niños sino hasta que tuvieran la enfermedad y hubieran sobrevivido aella…. De estas dimensiones era el problema.
Por otro lado, fue la primera infección que la humanidad decidió erradicar de la faz de la tierra; esta decisión, ha sido uno de los mayores logros en términos de salud pública y desde luego nos demuestra claramente la gran determinación del ser humano para acabar con esta enfermedad.


Cuando se inició el programa de erradicación, nadie sabíaexactamente qué se debía hacer, cómo evolucionarían los progresos, o si la iniciativa tendría éxito, sólo tenían la firme convicción de cambiar el curso de esta enfermedad y evitar mayores daños para que más nadie, jamás, la padeciera. Este hecho comenzó por la determinación y decisión de personal de la OMS, quienes iniciaron esta lucha en 1968, y verdaderamente se enfrentaron a situaciones adversas yobstáculos como guerras, desplazamientos de población, creencias religiosas y culturales, fetiches y la resistencia de muchas personas que creían que ya “no se podía hacer más nada y que era inútil hacer algo, ya que así lo había decidido un “dios” o la misma naturaleza, contra la cual era imposible luchar”. De ese tamaño eran los obstáculos. El éxito se atribuyó desde luego a la investigación, ala epidemiología, la vigilancia, y a la flexibilidad que permitió adaptar los enfoques en función de los nuevos avances y corregir el rumbo cuando fue necesario.


El resultado: Desde 1980 no hay ningún caso de viruela humana, por lo que debemos sentirnos orgullosos de lo que somos capaces de lograr cuando nos lo proponemos. A la par de esta suma de férreas voluntades, también es cierto queaun tenemos algunos “virus” y algunas “infecciones”, que nos han llevado a vivir, padecer o protagonizar situaciones catastróficas. No exagero, es verdad; no son mortales, es cierto, pero sí tienen las consecuencias y repercusiones que han evitado que muchos seres humanos gocen de total salud en beneficio de sus vidas, de sus familias y de quienes les rodean. Y con estos “virus” me refiero aactitudes como la apatía, la deshonestidad, el ego, la tendencia apresurada a hacer juicios de valor, la soberbia, el egoísmo, la ambición desmedida, la tendencia a engañar y aprovecharse del otro, son solo algunos de los nuevos “virus” que aun habitan entre nosotros. Su presencia ha logrado opacar el maravilloso potencial del ser humano a situaciones y consecuencias más que rudas de entender y muchomenos de aceptar. De estas dimensiones es el problema. Uno de los problemas con estas “infecciones” es que son altamente contagiosas, se transmiten de persona a persona, en forma rápida y además se puede diseminar con mucha facilidad. Si partimos del hecho de que estamos diseñados con “tres cerebros” (el reptiliano, el mamífero y el cognitivo), es importante comprender que la lucha que se libra entreellos es parte de nuestro diario vivir en donde las acciones y las decisiones tienen una fuerte influencia que proviene de la parte primaria de nuestro sistema nervioso, y es en nuestra corteza cerebral cuando tratamos de hacer que estas acciones y decisiones sean más adecuadas y congruentes al medio en el que nos desarrollamos y a las personas con las que interactuamos. De este grado es el...