error urbano
Les trois écologies
Félix Guattari
«Así como existe una ecología de las mala
hierbas existe una ecología de las malas ideas.»
Gregory Bateson1
EL PLANETA TIERRA vive un período de intensas
transformaciones técnico-científicas como contrapartida
de las cuales se han engendrado fenómenos de
desequilibrio ecológico que amenazan, a corto plazo, si
no se le poneremedio, la implantación de la vida sobre su
superficie. Paralelamente a estas conmociones, los modos
de vida humanos, individuales y colectivos, evolucionan
en el sentido de un progresivo deterioro. Las redes de
parentesco tienden a reducirse al mínimo, la vida
doméstica está gangrenada por el consumo «massmediático», la vida conyugal y familiar se encuentra a
menudo «osificada» por una especiede estandarización
de los comportamientos, las relaciones de vecindad
quedan generalmente reducidas a su más pobre
expresión... La relación de la subjetividad con su
exterioridad —ya sea social, animal, vegetal, cósmica—
se ve así comprometida en una especie de movimiento
general de implosión y de infantilización regresiva. La
alteridad tiende a perder toda aspereza. El turismo, por
1Vers l’écologie de l’esprit, tomo II, París, Le Seuil, 1980.
ejemplo, se resume con frecuencia a un viaje in situ en el
seno de las mismas redundancias de imágenes y de
comportamiento.
Las formaciones políticas y las instancias ejecutivas
se muestran totalmente incapaces de aprehender esta
problemática en el conjunto de sus implicaciones. Aunque
recientemente hayan iniciado una toma deconciencia
parcial de los peligros más llamativos que amenazan el
entorno natural de nuestras sociedades, en general se
limitan a abordar el campo de la contaminación industrial,
pero exclusivamente desde una perspectiva tecnocrática,
cuando en realidad sólo una articulación ético-política —
que yo llamo ecosofía— entre los tres registros
ecológicos, el del medio ambiente, el de las relacionessociales y el de la subjetividad humana, sería susceptible
de clarificar convenientemente estas cuestiones.
El problema es saber de qué forma se va a vivir de aquí en
adelante sobre este planeta, en el contexto de la
aceleración de las mutaciones técnico-científicas y del
considerable crecimiento demográfico. Las fuerzas
productivas, debido al desarrollo continuo del trabajo maquínico,desmultiplicado por la revolución informática,
van a liberar una cantidad cada vez mayor del tiempo de
actividad humana potencial.2 Pero ¿con qué fin? ¿El del
paro, la marginalidad opresiva, la soledad, la ociosidad, la
angustia, la neurosis, o bien el de la cultura, la creación, la
investigación, la reinvención del entorno, el
enriquecimiento de los modos de vida y de sensibilidad?
En elTercer Mundo, como en el mundo desarrollado,
capas enteras de la subjetividad colectiva se desmoronan
o se repliegan sobre arcaísmos, como ocurre, por ejemplo,
con la temible exacerbación de los fenómenos de
integrismo religioso.
La verdadera respuesta a la crisis ecológica sólo podrá
hacerse a escala planetaria y a condición de que se realice
una auténtica revolución política, social ycultural que
2
En la fábrica Fiat, por ejemplo, la mano de obra asalariada pasó de 140.000 a 60.000 obreros en una decena de
años, mientras que la productividad aumentaba el 75 %.
reoriente los objetivos de la producción de los bienes
materiales e inmateriales. Así pues, esta revolución no
sólo deberá concernir a las relaciones de fuerzas visibles a
gran escala, sino también a los camposmoleculares de
sensibilidad, de inteligencia y de deseo. Una finalización
del trabajo social regulado de forma unívoca por una
economía del beneficio y por relaciones de poder sólo
conduciría, en el presente, a dramáticos callejones sin
salida. Es evidente en lo absurdo de las tutelas
económicas que pesan sobre el Tercer Mundo y que
conducen a algunas de sus regiones a una pauperización...
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