Erwerwewer
Páginas: 34 (8476 palabras)
Publicado: 18 de marzo de 2012
En una galaxia lejana, muy lejana, seis meses antes de la batalla de Ruusan... La Golden Song estaba viajando por el hiperespacio recorriendo largas distancias con cada “clic” del cronómetro de a bordo. Crian Maru se sentó rígida en su silla usando todas las técnicas de meditación que conocía para mantenerse en calma y armonía. No estaba segura decómo lo hacían los Maestros Jedi. Siempre parecían tan serenos, tan en paz. Quizá ella podría conseguir algún día un constante estado de paz interior y confianza, esos eran los factores que ella creía que diferenciaban un Caballero Jedi de un Maestro. Pero eso eran reflexiones para otro momento. Ahora tenía que prepararse tanto ella como su aprendiz para afrontar los retos que tenían delante,mientras esta intentaba serenarse por el horror que habían dejado atrás. Bajo la luz del sol de Harpori, Crian Maru y su aprendiz aterrizaron la Golden Song. Lo que se suponía que iba a ser una concurrida colonia Duro no era más que un lugar silencioso y tranquilo. Nadie fue a saludarles. La plaza de la ciudad estaba desierta. Cuando Crian usó la Fuerza, todo lo que sintió fue tristeza y vacío. Detrás deese vacío acechaba la oscuridad. El transporte tembló, y con un repentino cambio en el espacio, el viaje a través del hiperespacio terminó, Crian intentó borrar las imágenes de Harpori. Duros muertos adornados con la inconfundible marca de un sable de luz en sus heridas. Hombres, mujeres y niños masacrados para calmar el apetito oscuro y la furia perturbada de un Merodeador. El Loco. El AsesinoOscuro. Con una respiración honda y calmada, la Caballero Jedi borró las persistentes imágenes, almenos durante un momento. Era la hora de terminar la tarea que se habían propuesto. Tenían que enfrentarse a la oscuridad. Él estaba cerca, su presa. En este sistema estelar. Crian podía sentir su siniestra presencia en la Fuerza. No era una sensación que precisamente le gustase. “Donde estamos Dree?”Crian preguntó a su Padawan. La joven Rodiana, Dree Vandap - poco más que una niña – estaba comprobando la pantalla del computador de navegación de la Golden Song, anticipándose a la petición de su maestra. “Aún estamos en el Borde Intermedio” dijo Dree, “En un sistema llamado Balowa”. Dree frunció el ceño al estilo Rodiano, arrugando su hocico. Agitó su cresta sin darse cuenta. “No veo nada ahífuera”. “Él está aquí” dijo Crian, mientras ajustaba los controles y activaba los motores sublumínicos. “Comprueba los sensores, y mantente alerta por si hay perturbaciones en la Fuerza. Te puede dar más información que cualquier máquina o ordenador jamás haría, siempre y cuando escuches su canción”. Para Crian, la Fuerza era como una melodía constante que había estado con ella des de que tenía usode razón. Fluía en la Caballero Jedi como las ondas que otros pocos podían sentir, un zumbido omnipresente que una vez fue grande y complejo, simple y consolado, lleno de movimiento aunque totalmente calmado. Cuando ella estaba en paz, podía sentir la Fuerza resonando en su interior.
Como el eco de una apreciada canción. Es como Crian la percibía. Otro Jedi lo hubiera contado de otra forma.Su Maestro la describió como una niebla omnipresente que giraba y fluía constantemente a su alrededor. Dree la describía como un estanque silencioso; que le contaba cosas cuando el agua ondeaba. Crian cerró los ojos, dejando que la Fuerza guiase sus manos mientras las movía con el panel de control. La canción retumbó dentro de ella, cambiando, componiéndose. Ahora era tronante y cacofónica. Crianpudo sentir al ser Oscuro en la Fuerza, podía oír el terrible ritmo que lo hacía tangible a sus sentidos Jedi. Su presencia estaba llena de ira. Vibraba con una rabia que apenas controlada. Él venía. El Merodeador. El Loco. Kaox Krul. El Merodeador deslizó su nave hasta detrás del transporte, dirigiendo el propulsor de su motor sublumínico como si se tratara de un sutil depredador acuático...
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