¿Es el amar a nuestro semejante lo que en realidad cuenta?
No cabe la menor duda de que tal amor es importante (Rom. 13:8-10). Pero el ser cristiano exige más que sencillamente ser bondadoso con nuestro prójimo. Jesús dijo que un rasgo sobresaliente que identificaría a sus verdaderos discípulos sería el amor que se tendrían unos a otros, que amarían a sus compañeros de creencia (Juan 13:35).La Biblia recalca la importancia de esto muchas veces (Gál. 6:10; 1 Ped. 4:8; 1 Juan 3:14, 16, 17). Sin embargo, Jesús mostró que más importante aún es nuestro amor a Dios mismo, el cual se manifiesta mediante nuestra obediencia a sus mandamientos (Mat. 22:35-38; 1 Juan 5:3). Para mostrar dicho amor, tenemos que estudiar la Biblia y poner en práctica lo que ella dice, y reunirnos con otros siervosde Dios para adorar.
La Biblia, por ser “inspirada de Dios”, es una guía de incalculable valor en nuestra vida (2 Timoteo 3:16, 17). Nos habla de los requisitos de Dios y Sus propósitos. Pero también es inestimable en otro sentido: en el grado al que podemos depender de su exactitud. The Atlanta Journal and Constitution hizo recientemente un reportaje de la labor del arqueólogo israelí YigalShiloh, quien está excavando las ruinas de “la Ciudad Antigua de Jerusalén... la Jerusalén de David, Salomón, Isaías y Jeremías”. El reportaje dice: “El equipo de Shiloh, que se compone de 150 voluntarios y 30 profesionales, está usando todo medio disponible, desde picos y palas hasta complicadas técnicas electrónicas”, en sus excavaciones arqueológicas. “Y en esta búsqueda [...] la Biblia es unaherramienta de incalculable valor.”
¿En qué sentido? El relato declara: “Por ejemplo, en el libro de Jeremías (36:10) está escrito lo siguiente: ‘Entonces Baruc leyó del Libro de Jeremías en la casa del Señor, en la cámara de Gemarías el hijo de Safán el escriba’”.
¿Qué han hallado Shiloh y su equipo en clara confirmación de este detalle? Un sello de barro que se usaba para sellar papiros, en elcual aparecía grabado el nombre de “Gemarías el hijo de Safán el escriba”, de la época de Jeremías.
El mismo reportaje sigue diciendo: “Hasta los artículos pequeños pueden aclarar lo que dice la Biblia. Por ejemplo, Shiloh ha descubierto una gran cantidad de ídolos de fertilidad en forma de figurillas femeninas de pechos grandes que datan de la época de los profetas hebreos, lo cual significa que,a pesar de las protestas de los profetas, la gente común no abandonó fácilmente la práctica de adorar ídolos”. Este hecho lo confirma el registro bíblico. Por ejemplo, en Jeremías 7:17, 18 leemos: “¿No estás viendo lo que andan haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? Los hijos están recogiendo trozos de leña, los padres están prendiendo el fuego, y las esposas están amasandopasta de harina a fin de hacerle tortas de sacrificio a la ‘reina de los cielos’; y hay derramamiento de libaciones a otros dioses con el propósito de ofenderme”.
Muchas autoridades sugieren que la “reina de los cielos” se refiere a Istar, diosa babilonia de la fertilidad. Otros la identifican como Astoret, diosa de la fertilidad de los cananeos. (Para más información, véase Aid to BibleUnderstanding, páginas 1363-1364 y 810-811.)
Por supuesto, ésta no es la primera vez que los arqueólogos han confirmado lo que dice la Biblia por medio de sus descubrimientos. ¡En muchas ocasiones han utilizado la Biblia para efectuar sus descubrimientos! El difunto Yohanan Aharoni declaró en su libro The Land of the Bible (La tierra de la Biblia): “La Biblia sigue siendo la fuente principal de lageografía histórica de Palestina durante el período israelita. Sus narraciones y descripciones reflejan el ambiente geográfico así como los acontecimientos históricos. Contiene referencias de unos 475 nombres de lugares geográficos, muchos de ellos en contextos que suplen detalles pertinentes sobre la naturaleza, la ubicación y la historia del lugar”. Sí, no hay duda de que la Biblia es una guía de...
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