ES LA PEDAGOGIA UNA CIENCIA
La pedagogía no es una ciencia, sino que es un lenguaje sin significado, un discurso vacío. Los argumentos que apoyan esta tesis son fundamentalmente cuatro. El primero, la resistencia de la pedagogía a usar el método científico: si un sistema de enseñanza no funciona, o se niegan los hechos, o se buscan lascausas en circunstancias sociales, pero no se cuestiona el sistema. El segundo, la multiplicación de palabras, dando nuevos nombres a cosas que ya tenían uno, para así ocultar la falta de ideas bajo la capa de una jerga supuestamente científica. El tercero, en la utilización de un lenguaje vacío (y se aportarán algunos textos en los que se hacen explícitos algunos mecanismos para vaciar el lenguaje).El cuarto, la multiplicación de tonterías que chocan contra el buen sentido de cualquier profesor.
El positivismo lógico, que sostiene que las proposiciones metafísicas, es decir, aquellas que se refieren a lo trascendental, carecen de sentido, porque son imposibles de verificar. Ricardo Moreno no defiende esta postura porque cree que todo lo que se refiere al amor, a la amistad, en definitiva,a todo lo que de veras importa, sí tienen significado aunque no sean lógicamente verificables. Sin embargo debemos tener en cuenta la ideología de esta corriente para poder estar alerta contra un peligro real: el peligro de un lenguaje que sirve para hablar de las cosas, pero que puede funcionar más allá de las cosas sin perder por ello su coherencia sintáctica interna. El peligro de unlenguaje tan bien engrasado que nos puede hacer creer que estamos hablando de algo cuando ya no estamos hablando de nada. El peligro, en definitiva, de que las palabras puedan llegar a convertirse en lo que Wittgenstein llama «las palabras de vacaciones», las palabras que ya no significan nada. Es cierto que la capacidad del lenguaje para funcionar más allá de las cosas es lo que permite la ficción, sinla cual los humanos no podríamos vivir. Pero la ficción no es una perversión del lenguaje, sino un juego, y como cualquier juego, tiene un sentido a la luz de unas reglas que todos aceptamos.
Para no pervertir el lenguaje, es muy importante tener la capacidad de darse cuenta de cuándo dejamos el mundo de la ficción para regresar al otro, o mejor, la capacidad de darse cuenta de cuándo debemosdejar de hacer un cierto uso del lenguaje para hacer otro uso distinto. A esta capacidad se la conoce habitualmente con el nombre de cordura.
El objeto de este artículo será intentar mostrar que la pedagogía es un lenguaje sin contenido, una jerga vacía. Y no hay jerga inofensiva, porque si el lenguaje crea muchas veces la realidad (y eso lo saben muy bien los políticos), el lenguaje vacíotambién puede llegar a vaciar la realidad. Pero esta
jerga de la cual estamos hablando es particularmente dañina, porque quienes viven de ella tienen mucho poder y a ellos está encomendada en parte la formación de los futuros profesores. Porque quienes viven de ella son quienes, literalmente, se han cargado la enseñanza pública en este país.
La palabra pedagogía ha sufrido un desplazamientosemántico. Significaba hasta hace poco el arte de enseñar, y este arte depende de la habilidad de hablar claramente y de saber escuchar, de entusiasmarse y de saber entusiasmar a los demás, de la habilidad de combinar cierta dosis de autoridad y severidad (que son indispensables en un educador) con la cortesía, la serenidad y las buenas maneras. El desplazamiento semántico al que me refiero: designificar las buenas prácticas del buen profesor, la palabra «pedagogía» ha pasado a significar esa pseudo ciencia de la cual estamos tan hartos los profesores. Ciertamente que sobre la enseñanza, igual que sobre la amistad, se han escrito muchas y muy bellas páginas, y hará muy bien quien las lea, pero no va a ser mejor profesor por ello.
Que los profesores reneguemos de la pedagogía cuando...
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