esbozo de la sociedad de consumo
Un análisis de algunos de los estímulos, preferencias y acciones relacionados con el «ser» y el «tener», que rodean a los seres humanos desde el comienzo mismo de su existencia.
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Todos tenemos preferencias, optamos por colores, por sabores, por afectos, pero a lo largo de nuestra vida todo este cúmulo deelecciones va evolucionando hacia decisiones más complejas. En efecto, no somos los mismos al nacer y al morir, por nuestra existencia pasan un sin fin de experiencias que condicionan nuestra capacidad de elegir y nos hacen ver la realidad circundante de un modo distinto. Este artículo trata precisamente de esto: de analizar el camino que recorre nuestro pensamiento a la hora de optar por uno u otroproducto, por una u otra promesa de satisfacción.
1. Los primeros pasos
Cuando el ser humano nace, tiene unas necesidades básicas que se pueden resumir en: protección, cuidado y alimento. El niño no busca el pecho de otra mamá porque su sabor sea mejor o porque la leche materna que pueda brindarle la vecina tenga algún tipo de componente vitamínico superior. A más B es igual a C, y el círculo de laoferta y la demanda se manifiesta de manera directa, espontánea y plena. Pero claro, este mundo no es perfecto y, poco a poco, los pequeños seres van siendo condicionados por los adultos, creándoles costumbres que van a sembrar la semilla del consumidor modelo. «Al biberón de mi nene le pongo azúcar porque así es más sabroso», dice una madre. «Si no le pongo chocolate a la leche de mi pequeño, nome desayuna», dice otra. Y así, poco a poco, con imposiciones de padres a hijos y exigencias de hijos a padres, se van generando los primeros «gustos».
2. Lo esencial no es invisible a los ojos
A la idílica etapa de lactancia le sigue la fase que me atrevo a denominar «inicio del condicionamiento sensorial», o en todo caso de adquisición preliminar de preferencias. En ella, el niño comienza aser mucho más consciente de los estímulos sensoriales y emocionales que su entorno emite, e incentivado por este, prueba sabores, clasifica aromas, descubre cualidades y de ese modo va definiendo aquello que le gusta y lo que no, tejiendo así un mapa mental mucho más sofisticado que dará por resultado su personalidad de consumo.
Tras la fase inicial y hasta los 5 años de edad, aproximadamente, elpequeño es el principal estimulador del deseo en su círculo familiar, al cual transfiere, tal vez de modo inconsciente, sus preferencias. Esta relación «emisor/receptor» comienza a cambiar conforme el niño va creciendo, ya que, si bien sigue siendo un espectador atento a los estímulos cercanos, comienza a ser incentivado también por los medios de comunicación. En efecto, los medios no van apermitir que el futuro «cliente» se mantenga al margen del círculo comercial y comenzarán a influir en su visión de la realidad a través de un uso sistematizado y no muy sutil, del discurso. Es así como los programas de televisión enfocados al segmento infantil descargarán sobre el pequeño una diversidad de mensajes aparentemente inocentes que, poco a poco, lo irán convenciendo de que su mundo, hastaahora tan equilibrado, se encuentra en realidad incompleto.
3. Quiero eso, eso y eso
Por supuesto, el pequeño no sabe que una golosina o un muñeco solo aparecerán luego de realizar la correspondiente transacción monetaria. El chico se deja llevar por el mensaje de aquella publicidad que le dice: «¡Pasa por el kiosco y compra las figuritas ya!» y la invitación es tan seductora que resulta lógica larabieta infantil ante la negativa de los mayores a realizar la transacción. Si prestamos atención descubriremos que todo, absolutamente todo su mundo se confabula para que piense solo en «tener»: el dinosaurio Plin Plín le dice que comer tal yogur es riquísimo; el tigre Boing le dice que tal cereal lo va a volver fuerte como él; el Capitán Centauro le recuerda que no debe dejar de comprar sus...
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