escaño
Perdida Total si se venden los escaños 4.759.482
El comisario superior de policía, William Bratton, y su comité ejecutivo, podíanestar satisfechos de
los progresos conseguidos por el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) en el cumplimiento
de los objetivos fijados a principios de 1994 de reducción del número dedelitos graves en la ciudad. Sus
esfuerzos habían dado frutos mejores de los esperados por algunos; mejores incluso que los plasmados
en la popular serie televisiva que llevaba el nombre del departamento.De hecho, tanta había sido la
mejoría, que Bratton había procedido recientemente a anunciar el citado descenso en la criminalidad a
una agencia externa encargada de la calificación de la deudamunicipal, señalando que las mejoras en la
calidad de vida acabarían teniendo un impacto favorable sobre el atractivo de Nueva York como plaza
de negocios, fortaleciendo con ello su prestigio aún más sicabe.
Ahora bien, aunque el departamento estaba ofreciendo resultados ciertamente apetecidos por los
ciudadanos, muchos se preguntaban si sería posible mantener, y cómo, la denodada política –tanorientada a resultados como promocionada– de los primeros veinticuatro meses de Bratton como
comisario superior. (El Anexo 1 recoge un informe estadístico comparativo de los delitos registrados enNueva York y otras ciudades importantes del país.)
Teniendo reunido en su despacho a su equipo de subcomisarios –civiles– y jefes de policía –
uniformados–, Bratton meditaba sobre la estrategia aseguir para mantener los buenos resultados pese a
los recortes en el presupuesto municipal. Sobre su mesa –la misma mesa que utilizara Teddy Roosevelt
durante su etapa al frente del departamento unsiglo atrás– The New York Times del jueves 25 de enero
recogía en portada el siguiente titular: «Giuliani [Rudolph Giuliani, el alcalde de la ciudad] se plantea
recortar el presupuesto policial con...
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