Escenario politico 2010

Escenario político

Fuente:
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El 2010 que se viene El análisis político y económico de los doctores Vicente Massot y
Agustín Monteverde
El análisis político y económico de los doctores Vicente
Massot y Agustín Monteverde
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El 2010 que se viene Eduardo Duhalde ha escogido larecurrencia para
sostener sus ambiciones presidenciales.
Como si no hubiese sido suficiente anunciar una vez que será de la
partida en el 2011, lo ha voceado, de un tiempo a esta parte, en cuanta
oportunidad ha tenido. ¿Por qué la insistencia? O bien supone que pocos
le creen y entonces no ha hallado mejor manera de convencernos que
repitiendo su intención, sin solución de continuidad, o bienes una
estrategia de posicionamiento como tantas otras que podría haber
privilegiado en orden a concretar su proyecto.
Pero aún en el caso de dar por sentado que el político de Lomas de Zamora
realmente piense competir primero por el dominio del partido justicialista y luego
por el sillón de Rivadavia, de todas maneras su candidatura, a semejanza de la
de Kirchner, para tener algunaposibilidad de éxito dependerá de la presencia o
de la ausencia en la línea de largada de Carlos Reutemann y de Francisco de
Narváez.
Tanto el ex–gobernador de Buenos Aires como el marido de la actual presidente
son hombres del pasado, considerados en términos electorales. Si se prefiere,
más que del pasado son perdedores seguros en el ámbito del peronismo si
debiesen enfrentar al santafesino o alvencedor de las elecciones legislativas
bonaerenses del 28 de junio. Sólo podrían alentar esperanzas de alzarse con el
triunfo en las internas de agosto del 2011 si la competencia se redujera a ellos.
De lo contrario su destino sería el segundo puesto.
Imaginemos por un momento que Reutemann se llamase a silencio y finalmente
declinase cualquier aspiración presidencial y que, al mismo tiempo,de Narváez
—que solo daría un paso al costado si Reutemann compitiese— fuese inhabilitado
por la Corte Suprema.
En tal escenario los dos únicos contendientes de fuste serían,
efectivamente, Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde y cualquiera de los
dos tendría chances similares de salir airoso en la interna de su partido
para, más tarde, ser aplastado por Julio Cobos.
Este último dato es de lamayor importancia a la hora de determinar que hará el
peronismo, siempre reacio a respaldar a los perdedores y siempre incómodo en
el lugar reservado a la oposición. Más allá de cuanto digan en público, ninguno
de los jefes territoriales del justicialismo ignora este dato elemental: con
Kirchner o con Duhalde el resultado en una eventual segunda vuelta resultaría el
mismo, es decir, perderíanfrente a Cobos porque no podrían agregarle al núcleo
tradicional del movimiento en el cual militan la cuota de votos independientes
indispensables para ganar una elección presidencial en la Argentina. Eso sólo
pueden lograrlo Reutemann y de Narváez; nadie más de los que tienen
pretensiones y están en el candelero político.
Por esta razón y cuando todavía falta una eternidad para que sesubstancien en
agosto del 2011 las internas abiertas, simultáneas y obligatorias en todo el país,
las candidaturas del santacruceño y del bonaerense esconden más de lo que
delatan abiertamente. La insistencia del primero es producto de la necesidad de
cohesionar a su tropa y preservar la gobernabilidad.
Dice “voy a ser presidente” para que no se produzca en su filas una estampida
de película. Encuanto a la del segundo es el resultado del mutismo de
Reutemann y de la desesperación de saber que el peronismo carece de figuras
competitivas. Si el ex–corredor de Fórmula 1, como aseguran algunos de sus
íntimos, anunciase en marzo o terminado el Mundial de fútbol su disposición a
competir o si de Narváez resultase habilitado, Duhalde se llamaría a cuarteles de
invierno.
Poco importa que...