esclavo

El esclavo.
En una novela narrativa de Francisco J. Ángel Real, sobre la superación personal, ante una situación muy complicada de la vida, esta comienza cuando el, despierta y se da cuenta que algo estaba mal, no podía moverse, ni siquiera la mirada, solo alcanzaba a percibir una luz que lastimaba sus ojos, intento gritar pero le era imposible, se preguntaba dónde estaba y que le pasaba, yaque no recordaba nada, de tanto esfuerzo que hizo, quedo inconsciente.
Pasaron horas o tal vez días, para que volviera a recobrar la conciencia, ahora el dolor que sentía ya no era físico sino mental, ya que estaba confundido, y necesitaba encontrar respuestas a todas sus dudas. Poco a poco fue recuperando recuerdos, de lo que él pensaba era el día anterior: una fiesta, los tragos, la discusióncon su novia Laura, y la insistencia de su “amigo” Eduardo, para que probara una droga.
Recordó cuando Laura le suplicaba que ya no siguiera bebiendo y que no tomara esa droga, pero el no hizo caso y se llevó a la boca ese par de pastillas azules que acepto de Eduardo. Es lo último que recordó. El sonido de una puerta que se abría interrumpió sus pensamientos. Entonces percibió una voz femenina,criticando las maquinas del cuarto, y una voz masculina que le respondía. Salió el hombre de la habitación, mientras la mujer se quedó a cambiarle un frasco que colgaba junto a él, y salió a prisa.
Se pasó los primeros días explorando la parte del cuarto que abarcaba su inmóvil vista, se dio cuenta de todos los aparatos que habían en aquella habitación, pero en especial, en aquella máquina queera la que lo mantenía vivo. El dolor físico que sentía no era nada comparado con el d olor que sus pensamientos le causaban. Cada día que pasaba rogaba por que no despertara, que esa máquina que lo mantenía vivo, dejara de funcionar.
La impotencia se apoderaba de él y se convertía en odio; un odio por los que lo mantenían vivo, y odio por la vida misma. Cada día veía llegar a la enfermera, quenunca lo miraba a los ojos, revisaba los todos los tubos que iban del cuerpo de él a la máquina, y salía apresuradamente. En su mente, siempre le rogaba que se olvidara de cuidarlo, que ya no fuera a verlo, que lo desconectara y lo dejaran morir.
De pronto escucho otra voz que provenía de sus pensamientos – Más vale que te vayas acostumbrando, porque vas a estar ahí un buen rato- escucho que ledecían. –En que situación tan jodida te metiste. – Le insistía la extraña voz. – ¿Quién eres? ¿Eres un ángel?, respondió asustado. – ¡Ja!, ¿eras el peor de los ateos y ahora crees en Dios y en toda su corte celestial? No juegues. Le respondió la voz.
-Pero… ¿cómo puedes saber lo que pienso? ¿Me volví loco? – Decía Francisco. – Es más probable- le respondía la voz. – Entonces, ¿no eres real?, Pero…¿Laura está bien? ¿Por qué no vienen mis padres a verme? - Pregunto él. –Mira… no puedo decirte nada que tú no sepas ya. Tal vez después sabrás quien soy. Respondió la voz.

En ese momento recordó que Laura siempre le hablaba de guías espirituales, con los cuales se podía comunicar si meditaba lo suficiente. Eso a él le parecían patrañas. Todo lo que él pensaba, lo sabía, su “Guía”, como ahorallamaba a esa voz extraña. Se la paso hablando con su guía, sobre todo lo que él pudo haber hecho para evitar estar ahí tirado en una cama sin poderse mover; pero claro el hubiera no existe, solo el presente, así que ahora tenía que enfrentar la situación él solo.



Llego un momento en el que la voz del guía y de todas las verdades que le decía, se volvió incomodo, y él comenzó a molestarse,cuando estuvo a punto de estallar contra el guía, sucedió algo que distrajo su atención; la puerta se abrió y entró una enfermera. Esta vez, no era aquella mujer fría que acostumbraba cambiar el suero. Se acercó a la cama y se inclinó a mirarlo.

Él, notó mucha tristeza en los ojos de aquella enfermera, estuvo observándolo por unos segundos y él pudo leer su nombre en el gafete del hospital;...