Dicen que la adolescencia es un momento de incertidumbre, inseguridades, de no saber qué hacer, de añorar esas niñas que fuimos y no queremos dejar de ser, pero yo pienso quetambién ser adolescentes significa soñar, soñar mucho con nuestro futuro, y once ha significado estar a puertas de lograr materializarlos. La expectativa de ser arquitecta, viajar,independizarme y corresponderle a quienes me han ayudado a superar objetivos y replantear metas, será el momento de interiorizar que ha valido la pena el esfuerzo, los trasnochos ylos sacrificios que tuvieron que hacer todos los que me quieren, porque el tiempo, la paciencia, el amor, la dedicación, el empeño y la tolerancia que tuvieron y me brindaron fueinvaluable, pero sobre todo sirvió para inspirarme a luchar por lo que quiero. Espero sentir mi corazón retozando de alegría al ver que cada una de mis compañeras cumple sus sueños asu manera y con su propio estilo dejando una huella indeleble donde estén, fieles a sus principios y valores, ya sea en la academia o la universidad de la vida y será el mejorrecuerdo de gratitud y complicidad por haber compartido juntas y hoy forjar su propio destino. El mañana es incierto pero tengo pleno convencimiento que todo lo que está por venirserá tan grandioso que vamos a aprovecharlo al máximo, conscientes de la necesidad de progresar y rebatir los paradigmas que nos limitan e imposibilitan un nuevo destino y una nuevaexpectativa de vida. Anhelo encontrar en mi camino personas tan maravillosas que sean aliciente de superación y reflejo de nuevos retos. En este momento recorren en mí sentimientosencontrados, nostalgia y tristeza al tener que decirles adiós, alegría y ansiedad por emprender mi nuevo camino, un nuevo camino en el que espero encontrarlas nuevamente.
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