Escrito, ilustradora y pintora

Natalia C. B.

La muralla estaba pintada por las afinadas pinceladas de Miguel Angel,

o quizás por los suaves roces de alas de el Angel Miguel. Compuesta la
creación por majestuosos imperios celestiales, bajo custodia de querubines
con rostros pasivos y abigarrados, pero con modernas telas que los vestían.
Empuñaban armas beatas que se disfrazaban de inocentes fuentes de unión,
como elarco de Valentín. Aun así, no perdían su encanto seráfico. Como
corazón del telar, se distinguía la eminencia engendradora de poder, donde la
devoción adoptaba la forma de postura que los querubines desprendían.
Para Natalia toda estos frutos de estro de los artista, eran una alusión de
vida. La maravillosa obra renacía y respiraba gloria a merced de la música
que se descomponía en susaudífonos, una escena que emocionaba y
mantenía en repercusión la torpe melodía de su corazón.
Anhelaba los sentimientos vigorosos que desprendían, de igual forma con la
música. Tenia ese extraño afán de escuchar bandas sonoras de películas o
algunas con cantos gregorianos. En vez de grupos contemporáneos musicales,
buscaba voces celestiales. Pensaba que estas eran las únicas idóneas de
expresaremociones intensas, de no ser así, ¿Porque han de ponerlas en las
películas?.
Perdida en su ensoñación, fue aterrizada por unas acres manos que
quitaron el instrumento de perdición, sus audífonos.
- Oye – La llamó, friccionando insistentemente la cabeza de su amiga, sin
disimular su mendiga de atención. Natalia apenas lo observo con una mirada
recién amanecida - Vayámonos, terminé.
- ¿Si? - Lerespondió, desadormeciéndose y adoptando su común temple
intrépido. Le sonrió.- ¿Se puede escuchar?
- No esta completamente terminada, te la enseñaré luego.- Expreso en tono
raso su amigo Dean. Con esa voz tan variada, que al hablar no pasa de lo
vulgar, y en las baladas era susurro de los mas finos acordes de sensaciones.¿y tú?, ¿encontraste lo que buscabas?
-La inspiración no se encuentra,nacé. - Le sonrió, tomando su cuaderno de
notas y la bitácora, para emprender camino.
En la historia de Natalia, Dean era lo mas ilusorio que se habría escrito. Su
actitud y aspecto lo volvían llamativo, singular. Y en cierto modo, atractivo
para ella. No solo su cabello de fuego grisáceo, falto de rubio llameante, lo
volvía vivaz, también la vehemente mentalidad con la cual componía susdías.
Ojos azabaches rasgados, mandíbula de fuerte entornado y trazado tenue,
labios ilustres capaces de emanar los graves acordes de su voz. Todo en el era

Natalia C. B.

un personaje, era el mayor exponente de arte que habría conocido.
Abandonaron el piélago de inspiración que dejaban los artistas en ese mar
llamado mural, el cual se había convertido en su escondite. Se dirigieron a laestación de metro ubicada a más de veinte pisos sobre tierra. Diseñados por
los mismos arquitectos de arquetipo cyber-renacentista, las paredes eran
amplios ventanales que dejaban entrar los cálidos caminos y reverberaciones
del sol en el día, y las somníferas luces de una ciudad efervescente por la
noche. Compuesto por centro comerciales que se encontraban a sus pies, era
un lugarcompletamente urbanizado, donde se veía diversos paradigmas de
gente. No obstante, aunque estos eran vistosos, a veces fluorescentes en
comparación con el entorno minimalista y albo que es la ciudad, Dean seguía
siendo fascinante, por el contrario de su compañera Natalia, quien solo
lograba resaltar por su altitud -excesiva para ella- en comparación al
promedio de altura femenino
- Deberíamos haberesperado un poco más, llegamos justo en la hora
punta. - mencionó Natalia, intentando avanzar entre la aglomeración a pasos
torpes, Dean la seguía, sosteniendo sus hombros y auxiliando sus tropiezos.
- No logro ver si llega el tren, las torres de ahí me molestan. - Dijo,
refiriéndose a dos individuos masculinos que vestían cazadoras con insignias
de las fuerzas aéreas, seguramente pilotos.
-...