escrito

El no es el, aunque no lo sea lo convertiré en mi, hace cierto tiempo conocí a un gran marinero,el era de los hombres que tenían el cuerpo como roca, con sonrisa fina y metas claras. Normalmente los marineros y capitanes de su época buscaban el fin del mar, del arco iris; es decir buscaban el fin de algo, él buscaba el inicio de una historia,una aventura que pudiera contarle algún día a susnietos...
-le llamaré Carnole- Carnole era aquel marinero de roca, sonrisa fina y metas claras ah que gran hombre, el siempre decía “llegare al lugar donde la cordura sea la mayor locura” no había comprendido muy bien lo que decía hasta que me contó la siguiente historia:-Yo! Joven y escaso de dinero no deseo buscar un gran tesoro de valor monetario, en ese momento me interrumpo un hombre -baja deallí -. Sus ojos impresionados voltearon y disimularon no haber escuchado .
No le hice caso,seguí recitando mis locuras y suprimí aquel momento de mi cabeza. Cayendo la noche de ese día, baje de allí cansado de decir palabras al aire que tal vez no cojan su forma en ningún momento, salí del puerto y empecé la travesía hasta mi casa,una sencilla arquitectura mostraba la pobreza en la queandaba;eso fue lo de menos cuando en mi camino encontré un símbolo, algo amargo pero con un gran significado, era un ancla con un bordado tan elegante,que no imagine fuera de este pueblo.
Una mañana, mientras estaba en el mercado...
En Butanga (mí pueblo) una embarcación hermosa arribo con un letrero que si mal no recuerdo decía algo así “Si buscas un sueño, tal vez yo te lo pueda dar”; Butanga eraun pueblo pesquero de muy poca relevancia esto llamo mucho la atención, principalmente la mía, con ese letrero reclutaban marineros, bueno mas exactamente para realizar el aseo,eso no me importo mucho lo veía como el inicio de mi carrera, sabia mucho sobre aquellos hombres y de la vida que llevaban. No fue sencillo ingresar, medio pueblo se presento, cada uno limpiaba una parte de esta embarcación;no creo que el capitán hubiera visto el barco tan limpio como aquel día. Siendo sincero no hice mucho, me asignaron la parte del bauprés después de billar un poco, me senté y mire fijamente hacia el mar -Si te gusta tanto ya estas adentro- dijo el capitán con ese tono grave que lo caracteriza tanto.
Su alegría fue infinita y mostró un fácil desapego de sus cosas...
Dos días después ya estaba abordo,estuve con ellos unos 4 o 5 años encontramos tesoros hermosos con piedras brillantes entre otros, además encontramos experiencias, esas que me hicieron fuerte recuerdo mucho aquella en donde Gaia y Poseidon nos desearon la muerte, esa historia me dio la sonrisa arrogante, la locuacidad para engañar y la valentía para enfrentar el delirio que me producía la ilusión de verme morir, en finesa es otra historia. Yo deje la tripulación por que me estaba perdiendo en el laberinto de mi cerebro, en la cascada de mi corazón y en la frialdad de mi alma,volví a Butanga.
Bajo de la embarcación, sus ojos se llenaron de un sentimiento que no había conocido, sus pensamientos entraron en un gran shock y un suspiro salio por su boca y no precisamente de felicidad...
Encontré un pueblo muydiferente al que recordaba, la arquitectura impactaba riqueza y algo se sobriedad. Busque sin cesar mi casa, no la encontré, no encontré nada conocido estaba desubicado e impresionado de tal manera que al inicio no creí que ese fuera Butanga pero todos respondían que si lo era. Esa noche me quede en un hostal perdido e inundado de dudas y hay empiece el inicio de mi historia, con el final de mi mundo; no fue facil acoplarme, no era la misma Butanga que conoci durante 18 años,.Con lo que conseguí en mis travesías compre una casa de un piso, muy sencilla pero a la vez cómoda.Dure 3 o 4 dias sentado en el parque central afrente de la iglesia suplicando reconocer a alguien a fortuna mía reconocí a una vieja compañera de juegos, corríamos por todo el mercado tirando pescados y otras cuantas...