Escritura y Testimonio: Huella, Memorias De Resistencia
Sinopsis
Las situaciones histórico-sociales de violencia exterminadora imprimieron a fuego las marcas del horror, es decir, esa condición humana abrupta e insoportable que excede al hombre, pues su fundamento es el odio y la segregación que se vuelven exterminio genocida vía el cadáver insepulto, la venganza y la muerte de jóvenes.En nuestra memoria colectiva contamos con la institucionalización de la antropología nazi que articuló diferencias de naturaleza entre seres humanos con la exaltación de la sangre y la raza pura. Y en la experiencia argentina tenemos modalidades propias de violencia exterminadora en el terrorismo de Estado, la guerra de Malvinas, el atentado a la embajada de Israel y a la Amia, entre otros.Esas marcas del horror determinan un sujeto devastado frente al traumatismo, desalojado de disponer del acto de la palabra para tramitar lo innombrable y superar la segregación que produjo impacto en su cuerpo. Pero también, un sujeto desgarrado del lazo social y expulsado de todo pacto simbólico con el otro.
Problematizar esta situación me acercó a diversas experiencias singulares donde elacto de la palabra, “allí donde el cuerpo falla y las palabras ya no llenan huecos sino que generan nuevos vacíos”, posibilitaron la inclusión de lo excluído.
Desde esta perspectiva tomaré dos aproximaciones hacia como pensar en situaciones límites un trabajo subjetivo desde el valor de la escritura y el testimonio.
Perspectivizar qué tramas surgen del quiasmo que el traumatismo desencadena ycomo la equivocidad de la escritura, en algunos casos, se puede colocar azarosamente de lado de la vida y hacer su propio juego hacia un tiempo-instante que marque un antes y un después para el sujeto.
Explorar en los casos testimoniales, el punto de inflexión que produjo el encuentro del sujeto consigo mismo al escriturar su sustracción de una existencia condenada a la desaparición, y víael valor testimonial de la palabra articular resistencias al desfallecimiento del cuerpo.
Finalmente, reflexionar sobre la escritura y el testimonio elevados a una función de transmisión, que donen el valor de una apropiación singular de la historia hacia generaciones futuras.
Desde tiempos inmemoriales, el hombre escribe para ese otro que lo puede leer, es decir, que puede escuchar susrasgos sobre un fondo de vacío, el mismo vacío que da testimonio de la ajenidad radical consigo mismo que vivencia y que es marca de su condición humana.
Memorias, historias de vida, testimonios, relatos de investigación, en suma, escritos que bajo las prerrogativas del testimonio se apoyan en la visibilidad que “lo personal” ha adquirido como lugar, no simplemente de intimidad, sino demanifestación pública. La propia experiencia es un valor privilegiado y es allí, donde en las nuevas formas de relatos encontramos que la narración y la memoria adquieren contornos renovados.
En este sentido, el cruce testimonial entre lo personal y lo colectivo da cuenta de que toda singularidad se soporta en aquello que les es más ajeno al sujeto y retorna de los otros en forma invertida. Anticipándonosvía el ejercicio de una lectura discontinuista de la historia, los desplazamientos de sobreviviente a testigo, y de allí al testimonio, entraman lecturas singulares a un colectivo histórico como un ejercicio de memoria en acto que, desde el espacio biográfico, produce la reconfiguración de la subjetividad contemporánea.
En esta presentación me interesa abordar todo lo vital que conviviójunto al horror. De todas esas producciones subjetivas que antes, mientras y después habitaron a estos sujetos que llegaron a dar testimonio, donando el valor de una apropiación singular de la historia hacia generaciones futuras.
Ese acontecimiento que traduce vivencia en testimonio, es el pasaje a través del cual el sujeto deja la instantaneidad siniestra de lo traumático y, por algún desliz...
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