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La Publicidad del poder político: una responsabilidad compartida 1

Las democracias políticas modernas son básicamente representativas. Esto significa que la ciudadanía delega el poder de deliberar y decidir sobre los asuntos públicos en unos representantes que surgen del voto ciudadano expresado en elecciones libres.2 De tal manera queda planteada una instancia intermedia entre laspreferencias de la ciudadanía y las deliberaciones - decisiones que finalmente se adopten.
Como ya se afirmó en otra comunicación3, la participación política de la ciudadanía no se agota en el acto eleccionario. La instancia representativa separa a los titulares del poder soberano (la ciudadanía) de quienes, por autorización limitada, pasan a ejercitar efectivamente el poder. Como sostuvo elpolitólogo argentino José Nun la representación es una solución pero también un problema que nos plantea el siguiente interrogante: la democracia representativa ¿es una democracia gobernante o una democracia gobernada? ¿Estamos frente al gobierno del pueblo o enfrentamos el gobierno de los políticos?
La cuestión básica a entender es que desde los primeros pasos (las elecciones) hasta los últimos(las decisiones y su implementación) se suceden varios pasos como fases intermedias de un proceso donde intervienen diversos actores. En este complejo camino, las preferencias, intereses y demandas de la ciudadanía pueden terminar siendo parcial o completamente distorsionadas, al punto de que las decisiones políticas finales sean contradictorias con las expectativas ciudadanas.
Siendo lostitulares del poder y quienes lo ejercitan efectivamente personas distintas la posibilidad de no correspondencia antes mencionada queda planteada. De hecho esta disonancia entre preferencias y decisiones se ha vuelto relativamente habitual y una causa del descontento de la ciudadanía con los políticos y las instituciones del Estado. A esto lo llamamos CRISIS DE REPRESENTACIÓN POLÍTICA.
Por ciertoalgo de esta crisis se debe a ciertas características y modos en que se ejerce la actual ‘representación’: personalización de la política (importancia de la persona), pérdida de importancia de los programas políticos, creciente relevancia de los medios de comunicación y el marketing político. Por otro lado están otras causas vinculadas con relaciones como la corrupción, las prácticas clientelaresy el ejercicio abusivo de los cargos públicos. De este conjunto de condiciones nace una progresiva desconfianza y escepticismo de la ciudadanía hacia la política y los políticos.
Mucho se podría mejorar este estado de cosas si se cumpliese una condición indispensable en toda democracia de carácter representativa: el CONTROL del ejercicio del poder político. Aquí se impone la inquietantepregunta de ¿cómo podríamos controlar lo que no conocemos, no vemos o no sabemos que existe?
Como la luna, el poder político, aun en una democracia política, siempre tiene una ‘cara oculta’. ¿Por qué ‘oculta’? Porque probablemente en esa ‘cara oculta’ del poder ocurran las cosas, los comportamientos y las transacciones de intereses que, de conocerlas, la ciudadanía no las aceptaría. …. El remedio aeste problema es la PUBLICIDAD del poder, de los actos de gobierno y de toda la actividad de los organismos estatales que por definición son PÚBLICOS.
La participación política de la ciudadanía, sosteníamos, no se agota en el sólo, aunque importante, procedimiento de las elecciones. Dado que existe delegación de poder en otros, la ciudadanía debe seguir atenta a la marcha de los asuntospúblicos y a la manera en que ese poder delegado es utilizado.
La inspección del accionar de los organismos y funcionarios del gobierno y del estado ha de ser permanente. Pero para que tal CONTROL e INSPECCIÓN sean posibles es necesario que todo el proceso político, sus actores e instituciones, permanezcan abiertas a la PUBLICIDAD.
En otras palabras la PUBLICIDAD es la fuerza de la luz que...