Escuela cordobesa barroca

Introducción
En un estudio breve de la historia de la pintura barroca, y al comparar la producción de los maestros sevillanos con la de los artistas que trabajaban en otros centros andaluces, se pone de manifiesto la enorme calidad y personalidad del centro sevillano. Todo esto lo demuestra la poca bibliografía que podemos encontrar de determinados centros andaluces en comparación con lainformación sobre la escuela sevillana. Pero también es importante conocer los focos menos notables de este arte barroco andaluz, ya que la mayoría de autores de los focos menores han viajado a Sevilla o han sido aprendices de algún gran autor sevillano. Aquí trabajaremos sobre el tema de la pintura barroca en la escuela cordobesa.

“Oh fértil llano, oh sierraslevantadas,
que privilegia el cielo y dora el día!
Oh siempre gloriosa patria mía,
Tanto por plumas cuanto por espadas!”

El soneto al que pertenecen estos versos está grabado en letras en bronce a la entrada de la ciudad de Córdoba, escritos por Luis de Góngora.1 El hecho es que estos versos no hablan de los pinceles de personajes ilustres de laépoca en esta ciudad. Y es que a la muerte de Góngora, en 1627, ya se movía y actuaba con perfecta unidad de ritmo y color toda una escuela de pintura cordobesa, esa “siempre gloriosa patria” lo era tanto por plumas y por espadas como por pinceles.
1. Introducción. Características de la pintura barroca española
El S.XVII representa la época culminante de la pintura española. En España había dosgrandes centros artísticos: Madrid y Sevilla, aunque existen otros núcleos artísticos de menor resonancia. En primer lugar Valencia, que desempeña un papel destacado en su fase inicial, y después Toledo, Valladolid, Granada, Córdoba, etc.
La pintura española tiene un equilibrado naturalismo ya que el pintor acerca su obra al humilde de una manera filosófica y prescindiendo de su posición social.Se opera en la pintura del S.XVII lo que denomina Lafuente Ferrari la salvación del individuo por el arte, es decir, la valoración precisa de la personalidad individual, cualquiera que sea la estratificación social del representado. Por esta razón, lo imaginativo y fabuloso apenas tiene cabida en nuestra pintura. Nuestro barroco rechaza el movimiento violento e impetuoso de italianos y flamencos.Según Malkiel-Jirmounsky, lo que caracteriza el arte español no es el realismo, sino los contrastes ideológicos. A un tipo se opone un contratipo.
De cualquier forma, la evidencia de la brillantez del S.XVII se debe a que una concepción grandiosa supo añadir una maduración técnica motivada por el contacto con los mejores centros del arte europeo. Los pintores se esforzaron por plasmar unavisión trascendente, sobrenatural, aunque se refiriera incluso a personajes puramente humanos.
La mitología apenas alcanzó desarrollo entre los pintores españoles; en compensación, se importó para los palacios reales y residencias nobiliarias gran cantidad de pintura mitológica, especialmente de Rubens. Escritores como Vicente Carducho, Francisco Pacheco combaten las “pinturas lascivas”, calificando detales a cualquiera en que figure un desnudo. Hay en España prevención contra la mitología y el desnudo. Pero la Inquisición se mantiene al margen de este problema.
Es complicado enfrentarse con la pintura del S.XVII sin conocer la literatura contemporánea. La pintura pone en marcha unas formas y unas ideas que en gran parte figuran en los libros. Éste es el camino que está siguiendo lainvestigación actual. Julián Gállego ha descubierto el profundo significado que alcanza la simbología. Aunque el realismo desempeña un papel directo en la representación, hay que esforzarse por averiguar lo que se esconde detrás de él. Los gestos y los atributos desnaturalizan el aparente significado real de la obra. La objetivación del arte contemporáneo hace más dificultosa la óptica para el...