escuela militar de chorrillos
Escuela Militar de Chorrillos
Lenguaje y Comunicación
Fernando Savater
Cero en conducta
En un colegio de Vitoria, unos cuantos alumnos de entre trece y quince años acaban decometer una simpática travesura. Filmaron en vídeo a uno de sus compañeros fornicando con otra colegiala y después comercializaron el vídeo al módico precio de siete euros. El protagonista del filmporno era cómplice; la chica, en cambio, no sabía nada de nada. Cuando ya les quedaban pocas existencias de la sabrosa cinta, rebajaron el precio y la vendieron a cinco euros. ¡Gangas por liquidacióndel negocio! También tuvieron el maligno detalle de enviar una copia al padre de la interesada.
Soy de los que no se asustan por el sexo entre adolescentes (ni entre adultos ni entre ancianos…) y, conlas debidas precauciones higiénicas para evitar contagios o embarazos, estoy dispuesto a reconocer su ocasional delicia poética: después de todo, Romeo tenía quince años y Julieta no más de catorce.Una buena edad para confundir el canto de la alondra con el del ruiseñor en las horas tiernas del alba. Lo primero que se me viene a la cabeza cuando oigo la expresión “corrupción de menores” es uncura amenazando a los niños con el infierno si se tocan por la noche la cosita. O un negrero haciendo trabajar diez horas diarias a críos en edad escolar, pagándoles luego menos de un dólar diario. O lospredicadores de la buena nueva de una cultura “gratis total”, los que sostienen que piratear contenidos en la red y despreciar la propiedad intelectual forma parte de la liberación juvenil deconvenciones obsoletas. O un psicópata farsante convenciendo a unos adolescentes de que deben poner bombas a sus convecinos porque son “invasores” llegados del extranjero para arrebatarles sus derechosnacionales. Gozar o hacer gozar no me parece corruptor: intimidar o explotar, desde luego que sí.
Pero es evidente que algo muy serio falla en la educación de esos chavales alaveses. Y ese algo no tiene...
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