Escuela normal
Las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda trataron de imprimir un fuerte impulso a la educación, pese a lo cual se enfrentaron con dos serios obstáculos. Por un lado, la falta de maestros idóneos, capaces de difundir la educación entre la masa del pueblo y, por otro lado, la carencia de instituciones capaces de formarlos para asumir la función técnica y culturalque la docencia implicaba.
La Escuela Normal de Paraná posee una historia muy significativa, dado que acompañó los orígenes del sistema educativo argentino contribuyendo a la formación de maestros competentes para las escuelas comunes. Además sirvió de modelo para la posterior fundación de otras escuelas similares; se destaca la creación del Jardín de Infantes en 1884, el primero en Latinoaméricay el Profesorado de Maestras Kindergartianas Normales por Sarah Eccleston.
Sus orígenes se remontan al 6 de octubre de 1869, fecha en la que se dictó una ley que autorizó la creación de dos escuelas normales en el país inspiradas en las ideas sarmientinas, la primera de ellas en Paraná cuya fundación se reglamentó por decreto del 13 de junio de 1870.
Sarmiento confió su dirección alnorteamericano George Stearns, un liberal protestante que impulsó el desarrollo de la corriente normalista. El español José María Torres lo sucedió en su cargo, dando continuidad al proyecto iniciado.
Estas escuelas normales que se diseminaron rápidamente por todo el país (se crean 38 entre 1870 y 1895) fueron las responsables de formar una legión de maestros revestidos de una “misión” civilizadora queconsistía en la “lucha contra la ignorancia”. En esta lucha se debía formar al ciudadano (distinto al concepto actual de ciudadanía) homogeneizando ideológicamente a grandes masas de población – criollos e inmigrantes – según las necesidades de una nación en formación.
Ya en esos años de finales del siglo XIX se daban apasionados debates pedagógicos sobre cómo debía ser formado un docente. Para losnormalistas moralizadores un buen maestro debía formar a las jóvenes generaciones en las “buenas costumbres” para contrarrestar las influencias nocivas de los niños provenientes de familias no instruidas o extranjeras. Lo central de la tarea formadora no consistía en transmitir contenidos sino que se debía modelar las cualidades personales y normalizar los conocimientos del futuro maestro. Así, laerudición o teorías pedagógicas no eran los puntos centrales de la formación. Otros, desde posiciones conocidas como academicistas, defendían la necesidad de una formación científica sobre las disciplinas a enseñar y sobre la ciencia pedagógica pues “ningún maestro puede enseñar sobre lo que no conoce”.
Además, estas instituciones, que nacieron bajo el manto del paradigma positivista, teníancomo objetivo imponer normas que, por efecto cascada se difundieran en todo el sistema educativo naciente. La Escuela Normal se ofrecía como modelo a seguir por todas las instituciones, aun cuando su objetivo fundamental se orientaba hacia la población docente, porque no sólo intentaba garantizar la formación académica de los maestros, sino homogeneizarla interviniendo en forma directa en loscontenidos curriculares y sobre todo en la metodología con que estos se enseñaban.
Determinar que lo propio es lo “normal” y lo ajeno no lo es, entraña un acto de violencia simbólica, categóricamente coherente con el absolutismo, autoritarismo, el dogmatismo y la pedantería que caracterizó el normalismo ultra ortodoxo.
Por otro lado, en este periodo la escuela se presentaba como la institución capaz de“garantizar” el progreso y el buen gobierno de la nación. Citando las ideas de Vigotsky, se podría pensar que la escuela se presentaba como el ámbito social específicamente diseñado para modificar el pensamiento y reorganizar el sistema social.
La fuerte política alfabetizadora de ese momento no sólo tenía como objetivo la mera enseñanza de los rudimentos básicos de la lecto-escritura, sino la...
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