Escuela Un Lugar De Cambio

Doctorado en educación
Profesor Mario Rojas

La escuela, un lugar de cambio y formación.

Alumna: María Vergara Pacheco.
Profesora de educación general básica

Santiago, 02 de agosto de 2011.

Cuando se piensa en la educación innovadora, se piensa en la escuela como centro de formación continua del profesorado, en alumnos que logran sus aprendizajes, que internalizan conocimientos,valores y principios que les permite desarrollarse cultural y socialmente en el medio en el cual están insertos junto a sus familias y comunidades que integran.
Para llevar a cabo este ideal se instalan reformas que proponen cambios profundos, como por ejemplo: Ajustes curriculares en los programas de estudio, proyectos de mejora y apoyo donde los equipos de profesores deben asumir un roldecisivo como agentes de cambio, que las escuelas tengan autonomía pedagógica y organizativa, pero a la vez se realizan prácticas que impiden que se lleven a cabo los cambios deseados. Algunas de estas prácticas son: administración y gestión educacional que no está basada en las reales necesidades de la escuela, falta de un trabajo en equipo para aunar criterios y planificar en conjunto con todos losagentes educativos de la escuela con una capacidad reflexiva, una práctica profesional y un trabajo colegiado de directivos, profesores en el desarrollo curricular y participen en el proyecto educativo y curricular de la escuela, como ejes fundamentales. Sin embargo esta opción se muestra incapaz de construir orientaciones, propuestas y estrategias operativas de formación y lineamientos de cambio, loque conduce a una incongruencia que convierte en retórica la legitimidad de las propuestas teóricas.
Es así como la mayor parte de los modelos de cambio educativo suelen partir del supuesto de que la enseñanza es un sistema racionalizado y sistematizado, para producir resultados uniformes. Los profesores son considerados como trabajadores que gestionan y ejecutan tales procedimientos ycontenidos, sin variarlos o cambiarlos, por lo que pueden y deben ser estrenados y apoyados por materiales de clase, y después supervisados en su uso. Generalmente los profesores son vistos como “alguien” con conocimientos deficientes en algunas dimensiones, que necesitan ser enseñados en los cursos que les corresponde y no se valoran como profesionales que trabajan y se esfuerzan por hacerlo mejor.Después de varias décadas dedicadas a implantar o promover innovaciones en los centros educativos, hemos visto que es una tarea compleja, costosa y problemática. Por un lado están las propuestas de cambio, que ponen en juego factores ideológicos y sociopolíticos, que necesitan su legitimidad en función de valores para un momento histórico y en contexto particular, por otra parte se requierencondiciones (estructuras, funciones, cultura profesional, procesos de trabajo, etc.) como contexto ecológico adecuado para realizar las innovaciones necesarias. Se necesita fortificar los contenidos que se quieren cambiar, se deben articular los procesos adecuados para llevar a cabo los cambios se debe pensar que los propios procesos no son acciones intrascendentales para conseguir cambios precisos,ellos mismos deben poner en juego estándares inminentes que los conviertan en educativos, no solo para los alumnos sino también para los profesores y la comunidad escolar, para que reflejen y realicen determinadas opciones y valores de mejoras.
Así la innovación centralizada en la escuela y la formación continua del profesorado son procesos educativos paralelos, no solo por realizarse dentrodel centro escolar, sino porque uno y otro se complican. Si la innovación, como hemos visto, implica aprender nuevas ideas y formas de hacer, la formación es intrínseca al propio proceso de innovación, y no un medio para aplicar innovaciones externas. Esto comporta una determinada concepción de los profesores como profesionales reflexivos que investigan y comparten conocimientos en sus...