Escuela
Hay una diferencia fundamental que separa a Benito Quinquela Martín de la gran mayoría delos pintores: su biografía y su obra no conciernen únicamente a los admiradores del arte. Gran artista de reconocido valor y trayectoria, el pintor indiscutido de los puertos y los trabajadoresportuarios, su presencia es palpable en todo el barrio de La Boca y su figura sigue viva en la memoria y los corazones de los argentinos.
Hombre del origen más humilde, su historia por momentos parecesalida de una novela del siglo XIX. Criatura fantástica que con su paso por esta vida cambió el mundo de la pintura y también (y a veces cuesta creer hasta qué punto) el barrio de sus amores en el cualvivió hasta su muerte.
Benito Juan Martín fue un hijo de La Boca. Un día de marzo de 1890 las monjas lo encontraron frente a la puerta de la Casa de los Expósitos, un orfanato; es por eso que sedesconoce su fecha exacta de nacimiento. Vivió allí hasta que más de seis años después fue adoptado por Manuel Chinchella y Justina Molina.
Por aquel entonces, La Boca era un barrio en ebullición. Centroportuario por excelencia, el trajín de la actividad mercantil era acompañado por el movimiento de una vida dura y populosa en los conventillos y demás lugares en los que vivían los inmigrantes reciénllegados a la Argentina. El propio padre adoptivo de Benito era un inmigrante italiano, de quien el niño tomó el apellido en una traducción fonética al castellano: Quinquela. Ese espíritu de La Bocaes el que todavía vibra en las telas firmadas por Benito Quinquela Martín.
El joven solo cursó dos años de la escuela primaria y tuvo que abandonar sus estudios para ayudar a sus padres. Descargóbolsas en el puerto y también colaboró en la carbonería familiar. A los 17 años se inscribió para tomar clases nocturnas de dibujo y pintura en una academia local con el que sería su único maestro:...
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