Escuelas del bicentenario

Proyecto Escuelas del Bicentenario
¿Es posible mejorar el funcionamiento de nuestras escuelas primarias? La autora repasa una original iniciativa para mejorar la calidad educativa como forma de garantizar el derecho a educarse y colaborar con el Estado en su función principalísima.

Por Silvina Gvirtz *

esde hace décadas, el escenario educativo de la Argentina genera preocupación y alarmaen la sociedad. La misma se relaciona con la falta de calidad del sistema educativo y con la discriminación que se genera entre escuelas urbanas y rurales y entre diferentes sectores sociales. Nos conmueve tanto observar los pobres resultados de nuestro país en pruebas nacionales e internacionales como la desigualdad en los porcentajes de repitencia o abandono según nivel de ingreso de lapoblación. El problema tiene muchas causas, algunas externas y otras internas al sistema educativo.
En esta presentación no ahondaremos en los diagnósticos sobre el tema (los mismos que pueden leerse en clases magistrales anteriores). Por el contrario, ellos serán nuestro punto de partida para analizar estrategias posibles para el mejoramiento de la escuela primaria. El objetivo será buscar caminos (yatrazados en algunos casos y por descubrirse en otros) que nos conduzcan hacia un sistema educativo justo, democrático y de calidad.
Con el advenimiento de la democracia, el Estado quedó a la cabeza de esta preocupación. A lo largo del tiempo y con diferentes gobiernos, ha diseñado y diseña políticas para enfrentar este problema. Existieron y existen programas compensatorios del Ministerio deEducación de la Nación que se abocan a fortalecer un número siempre creciente de escuelas que atienden a población en situación de vulnerabilidad (ej.: el Programa Integral para la Igualdad Educativa, PIIE). Los ministerios provinciales por su parte tienen, también, programas específicos para enfrentar la desigualdad.
Estos programas compensatorios, muy necesarios por cierto, establecen una distribuciónde recursos a favor de las poblaciones más vulnerables social y pedagógicamente. En muchos casos se proponen revertir daños que ya acontecieron. Por ejemplo, el programa nacional “Volver a la escuela” pretende revisar la situación de quienes abandonaron sus estudios. Mediante distintos tipos de estímulo fomenta que estos niños y jóvenes retornen a la escuela. Estos programas son muy necesariosaunque no siempre consiguen los resultados esperados.
Al mismo tiempo, intentando colaborar con el Estado, organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas despliegan redes de apoyo escolar, programas de becas y proyectos de colaboración técnico-pedagógica. Varias propuestas consiguen impactos favorables sobre estudiantes o escuelas particulares, pero no alcanzan a reproducir calidadeducativa a escala. Existen, más o menos, en nuestro país 44.000 instituciones escolares y 11.000.000 de alumnos. Estos proyectos de la sociedad civil abarcan un número bien acotado de escuelas y/o de alumnos. Ninguno de ellos llega a tener alcance sobre el 1% de la matrícula escolar.
En síntesis, si bien es necesario continuar y perfeccionar las políticas compensatorias, es necesario revisar ladesigualdad estructural que genera el sistema. Este planteo hace urgente el diseño de políticas preventivas que eviten la exclusión. A tal fin podría colaborar la expansión de ciertas políticas establecidas en la Ley de Educación Nacional: ampliar la extensión de la jornada escolar, universalizar la oferta de salas de 4 y 5 años, ofrecer acceso a Internet a las escuelas, empezando por las máscarenciadas. Al mismo tiempo es prioritario continuar la búsqueda de otros caminos y estrategias que garanticen el cumplimiento del derecho de todos los niños y jóvenes a la educación. En este contexto y con esta preocupación como norte, surge este proyecto, Escuelas del Bicentenario.
Escuelas del bicentenario
El desafío del Proyecto Escuelas del Bicentenario es:
• Colaborar con la mejora de...