Eso Es

Como si no hubiera pasado nada.

Las cosas, a veces, juegan a gastarnos la broma que a todos acaba por despertarnos. Lo mejor de todo es que sabemos es que ese momento en que pasa esto llega, perocomo todo, no llega a dolernos de verdad hasta que ocurre.
Es el caso de, por un momento, ver las migas de pan dejadas atrás durante mi estancia como estudiante entre las paredes de los Maristas.Con esto del tiempo, si me paraba a pensar en lo que me quedaba, solía soltar el: “bueno, 2º de la ESO, chico, aún queda para rato aquí, vamos a clase”.

Y, hoy día, como he dicho antes, la broma es:“bueno, 2º de bachiller, aún qued…no…puede que ya no quede tanto” Esa naturalidad con la que pensaba lo anterior se ha hecho tan corriente que puede que hasta se me haya olvidado que quizá no quedetanto: tan poco como meses para despedirme del colegio, de la parte de mi vida que, casi todos los días, se encargaba de convertirme en gran parte de lo que soy, de hacerme un poco más mayor por dentro ypor fuera. Tiene gracia que el primer día que pise el colegio ni siquiera sabía pronunciar bien el nombre de San Marcelino, y ahora me parece raro que alguien no lo conozca. Y es que 12 años quizá,dejen algo en las personas.

Y la realidad es la siguiente: aunque no me de cuenta, aunque me traicione a mi mismo viéndome el año que viene aquí, como todos los anteriores, resulta que no, que losMaristas, sus clases, sus pizarras, sus profesores, sus pasillos, su gente, se acaban para este transeúnte. Aunque no lo penséis, menudita la broma, ¿eh? Quizá el tiempo haya conseguido engañarme,despistarme, una vez más, como suele pasar. Sigue pasando el tiempo mientras escribo cada palabra de esta…¿despedida? Quizá sí, quizá no; quien sabe si ahora le da por jugármela de nuevo, o si algún díaconseguirá sorprenderme menos, no hacerme ver las cosas de una forma tan drástica.
Mucho me quedo del colegio, y mucho quiero olvidar, aunque no lo haré, porque no quiero olvidarme de lo que soy,...