Eso vale.

* Hola, Letha, ¿cómo estás? ¿qué tal ha sido tu día? creemos que es muy ocupado, ¿cierto?

Realmente ha sido más tranquilo de lo que esperaba. Actividades canceladas, estudios terminados antes de tiempo, lo normal. Debo admitir que he quedado sorprendida, no suelo tener días tan relajados como éste así que tampoco tengo mucho en mi lista como para saber aprovecharlos de la mejor manera. Peroestoy bien, gracias por preguntar, aunque supongo que podría estar mejor.

* Ahora, cuéntanos un poco de tu vida, ¿cuál es la historia detrás de lo que eres ahora?

Mi familia y mi vida personal no son mis temas predilectos. De hecho, lo aborrezco y de antemano me disculpo por cualquier horror que pueda dañar su sensibilidad. Supongo que si han preguntado es por que pueden aceptar lo quesea.
La gente no se casa por amor, los pasillos de las iglesias están cubiertos de polvo y mentiras, y los votos frente a la pasión de Cristo no son más que demonios convertidos en fáciles excusas, de las mismas que un tío a las afueras de una sucia licorería se deshace para ahogarse nuevamente en licor, esperando que de alguna manera esta vez su triste plan le funcione.
Si mis padres hubierancortado la mierda desde un principio, dejando la relación en un limpio affair de ocho de la noche después de unas copas de vino y una cena en uno de tantos exquisitos restaurantes, aclarando que ‘Eh, yo no quiero más que unos polvos entre semana y nada de sentimientos’, seguro que habrían llegado a algo más que una mediocridad. Pero cada uno tiene su veneno favorito, el de ellos era intentar amarsehonestamente. Con una obsesión casi patológica que haría a cualquiera cuestionarse cuál era la maldita razón para nutrir una conexión tan enfermiza. El amor no entiende de razones, pero en esa jodida vida el amor era lo único que no existía. Se casaron en una capilla de Las Vegas con un obeso tío sin peluquín vestido de Elvis, y Marilyn fue su madrina de bodas; si querían que su matrimonioresultara en desastre habían dado en el clavo correcto, porque los dos famosos personajes tenían escrito en su epitafio la palabra tragedia.
Fueron bastante estúpidos en pensar que se las iban a arreglar teniendo dos hijos. Lo cierto es que esta vez ambos estaban fuera de posibilidades de reparar el lío en el que se habían metido. Levi fue el primero, dos años mayor que yo, él era el famoso atleta ensecundaria con oportunidad de pasar a ligas mayores con una hermanita popular años más abajo que él, dentro de la secundaria los Fitzpatrick eran la familia modelo estadounidense, tras bambalinas pocos sabían lo jodidos que estábamos.
La cosa terminó así, a mis quince años el señor Jonah Fitz II llevó las cosas al extremo, poco le interesaba alguna otra cosa más que su armario de viejos licores ylos supuestos viajes de negocio a Atlantic City donde apostaba en los casinos hasta al perro del vecino. Mi madre se casó con un hombre aún peor, un cerdo bueno para nada dispuesto a exprimirle hasta el último centavo de la cartera, se quedaba con él por el sexo y el falso sentido de protección que el tío le brindaba.
A mi padre la última vez que lo vi tenía las manos sobre los pechos de unamorocha y un hilo de sangre adornándole la nariz, el aspecto ordinario de cualquiera con una mejor relación con la cocaína que con su familia. Estaba segura de que la amaba más que a su propia vida. ¿Pero que adicto no daba hasta lo imposible por un par de gramos más? El hombre corría con suerte de tener los bolsillos ahogados en billetes para no perderse en la bajeza que mantener una adicción lepodía costar.
Tres años atrás Levi se estampó contra un muro de acero que le destrozó las piernas. Perdió todo por unas copas más de Johnnie Walker a las tres de la mañana. El único que tenía la oportunidad de llegar a algo mejor en su vida terminó postrado en una silla de ruedas por el resto de sus días. Por eso intentó suicidarse el verano pasado mientra estábamos solos en casa de regreso para...