Eso y un queso


Querida persona que estas leyendo esto, quisiera aclarar antes de cualquiera de las gilichorradas salidas de mi mente que puedas leer en el transcurso de estas hojas son solo el resultado de que las tortugas, como animales que somos no estamos acostumbradas a escribir, por eso de que no tenemos dedos ni tampoco entendemos el idioma humano, así que yo, en esta instancia dejo que el traductorhumano-tortuga trabaje un poco por mi, de modo que disculpas adelantadas si encuentras cierta incoherencia o alguna que otra falta de ortografía, de esas típicas en personas que como yo no suelen estar muy atentas a lo que escriben.

Empecemos pues con este relato de tortugas, porque ¿De que iba a hablar yo sino es de ello? No se, puede que mi mente no de para mucho, pero sería aun mas raro quete hablase de la reproducción de las amebas, ¿No crees? Bueno, bueno, bueno, que me desvío de lo que tengo que contar; que, no se si lo sabes, como buena tortuga se me da bien eso de esquivar cierta clase de cosas. Expresarme entre las principales, que le vamos a hacer, todos tenemos nuestros defectos, no iba a ser yo menos.

Dejando las explicaciones tontas empecemos con aquello que hoy nostrae a esto, retomemos el tiempo, no 16 o 17 años atrás, pues quizá leer todo lo que acarreo tras de mi sea demasiado pesado o aburrido (además de que da para una novela). Vayamos a la historia mas reciente, siempre es mucho mas entretenido leer cosas que tienes frescas en la memoria, aun mas si las has vivido con esta tortuga en cuestión, pues, dudo mucho que esto se haya extraviado y no hayaacabado en manos de quien debe acabar (Si eres un cotilla y estas leyendo esto poh…maldición gitana pa’ ti).

Comencemos así pues con la historia que nos traemos entre manos:
Septiembre del pasado año, suena el móvil después de una noche de perros para variar en las de la última semana, vuelta a la rutina, con las ojeras por las mejillas para variar [Fell like a Mapache.] Que bien, con todo elcalor y camino a el pueblo con nombre de bicho de campo después de tres meses de sabatismo total y todo esto con la palabra que marca el ultimo año de instituto ya grabada a fuego en tu cerebro: SELECTIVIDAD. Además, te encuentras ante el pequeño detalle de que para variar ya llegas tarde, así da gusto empezar el año si señor. Normal que para una pequeña tortuga como es mi persona esto resulte unpoco desconcertante, año nuevo, casi todos aquellos con los que convivías hasta el anterior ya no viven contigo, toca socializarse con gente nueva, que bien cuando eso de ser sociable está entre las ultimas cualidades en tu lista; bueno, por lo menos posees el consuelo de que tus compañeros de clase siguen siendo los mismos, la obsesa de los gatos, el ególatra, el amigo gay…y aquel para el que eresun amor platónico –Por suerte y tal.- (Nombres no, vayan a cobrarme copyright si esto llega al cine o algo.) Bueno a resumidas cuentas, un mañana de reencuentros y una tarde por delante de conocer a gente nueva “por suerte” llegas a la que será tu casa durante el curso, revoleas la mochila vacía en esa “bonita y cómoda” mesa de estudio que tienes y en mi caso al menos te subes en la cama, a versi aparece por allí alguna de las personas con las que se supone que vives.
Entonces “Zasca” aparece allí un enano hiperactivo pegando voces, perfecto, tu que quieres dormir la siesta. Bueno, que remedio, así que nada a levantarse tocan, presentaciones por aquí, nuevas compañeras por allá, invasión de enanos de artes... lo normal vamos. Pasa una semana, así, tranquila, sabática. Es gracioso, todoestá increíblemente tranquilo, por raro que parezca en un sitio como ese lleno de ninfómanas, porreros y gente rarita que afirma eso de que pronto habrá cura para lo tuyo (And you know what I mean)
Pero va, detalles aparte, llegas la siguiente semana, un lunes normal. Si, normal, los cojones. Llegas a la residencia y después de comer tu que vas a dormir la siesta te encuentras con que el...