español
Para comenzar, el siguiente texto tratará de una parte del epítome Miguel de Unamuno llamado Americanidad.En sutiempo no hubo un español y acaso un europeo masuniversal que Miguel de Unamuno, el cual tenía entre sus lecturas las obras de Ibsen y a KierKegaard en sus propias lenguas, debatía los problemas de su país, los asuntos vascos o parisinos, pero con lamisma propiedad se ocupaba de la cultura hispanoamericana. Desde luego, tal atención se debe a que América le recordaba España. Es por esto, que abogo por que América no sea extranjerizante. Así pues,para hablar de las peculiaridades de ese mundo del otro lado del Atlántico, el filósofo invento la palabra “americanidad” semejante a hispanidad ya que pensaba que si cuidar la lengua era importante,los neologismos son buenos cuando surgen de la necesidad. Es decir, este volumen resulta de una breve y brillante síntesis de las pasiones, por que de eso se trató, americanidad de Unamuno.Ciertamente, el pueblo que habla español nos muestra quees un fenómeno interesante tras la lucha por el idioma, combatiendo obstinado y persistente. Así pues, los pueblos que se creen oprimidos por otroscultivan, para preservar su individualidad, sus primitivos idiomas. Por esta razón, todo regionalismo empieza por manifestarse en la esfera lingüística. Al mismo tiempo, la primera victoria de los checossobre los alemanes fue la de que se reconociese su lengua como oficial en el imperio austrohúngara. Y, por otra parte, el paneslavismo, el pangermanismo y el anglosajonismo no son más que movimientosbasados en la lengua. En este caso, aquí estamos el pueblo que habla español. Recluidos de nuevo a nuestra Península, después del gloriosísimo ensueño de nuestra expansión colonial. Y, ahora es, cuando1
nos acordamos de nuestro origen. Más esta nuestra descendencia no puede pretender tener su propio cimiento si en España no hay.
De manera que, nuestra unidad es o más bien será la lengua,...
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