Espacio protegido del dialogo
Hace veinte años, iniciábamos como asesores en desarrollo humano en la secretaria de educación de Guanajuato, nos fue asignada la capacitación a un grupo de maestros de primaria de Atarjea, uno de los municipios más lejanos e inaccesibles del estado. Fueron dos días dedicados a la formación de una nueva red de maestrosfacilitadores, como se les llama a esos heroicos profes que dan el brinco de ser burócratas de la educación, es decir, transmisores de información y aplicadores de exámenes, para convertirse en facilitadores de la vocación y el aprendizaje significativo de sus alumnos. Algo que en aquel momento nos sorprendió, y a menudo nos vuelve a conmover, es el desarrollo, como dicen los ecologistas, de sistemasinteligentes autosustentables. Pareciera que cuando se dan ciertas condiciones en la calidad de dialogo entre las personas, no hay mayor necesidad de terapias ni de intervenciones costosas… La dirección del cambio aparece de manera inesperada, maravillosa y suave durante el proceso… de escuchar y ser escuchado.
En aquella ocasión fueron no más de doce horas de un taller donde básicamente los maestrosaprendieron los rudimentos para llevar a cabo un círculo de aprendizaje interpersonal CAI, ejercicio sencillo y poderos de comunicación humana inspirado en los círculos mágicos. La idea era construir lo que Machiavelo llama la competencia cero en la educación. “Si no hay un clima de relación adecuado las demás competencias se desarrollan con dificultad” ese era el objetivo que ya Rogers en sulibro Freedoml to learn comenzó a esbozar. Primero crear un clima de seguridad psicológica para después trabajar con otras competencias. Antes de despedirnos de nuestro grupo en Atarjea les dejamos nuestra última invitación; nuestro último reto:
–La mejor manera de dominar una herramienta como esta es a través de practicarla. La sola práctica te va mostrando el camino; te convierte poco a poco enexperto –les conminamos en nuestra última intervención–; Lleven a cabo sus círculos de aprendizaje interpersonal, sus espacios protegidos de diálogo… cada semana o por lo menos cada quince días; intenten robarle una hora a su programa para desarrollar este ejercicio. Van a ir construyendo sin darse cuenta un ambiente diferente, de participación, de confianza, de respeto, de seguridad…. Si nopractican de manera sistemática estos espacios de diálogo no podrán saber por ustedes mismos si de verdad vale la pena; si no lo hacen no se quejen… adiós.
Después de ocho meses regresamos con el grupo, el ochenta por ciento de los maestros eran los mismos, el otro 20 por ciento habían sido remplazados. De los que habían participado ocho meses atrás, nos gustaría decir que todos estabantransformados; no es cierto. Por más que en TV ofertas nos insistan que hay verdaderas curas mágicas con hongos michoacanos o marungays o tal vez pompis perfectas con tennis supershaper… Las transformaciones mágicas, lo sabemos, son anhelos profundos de mentes primitivas que hábilmente son explotadas por algunos mercenarios de la mercadotecnia. Hemos de reconocer que por lo menos la mitad de nuestrosegresados no mostraban transformación visible. El curso les había parecido interesante, tal vez divertido… pero hasta ahí. Para algunos, nuestra presencia había sido como un buen sermón en la mañana del domingo… que durante la tarde, en un 90 por ciento ya se había esfumado de la memoria, y a los cinco días el otro diez por ciento restante había desaparecido.
–Dar clases especialmente con adolescenteses difícil, ya no tienen respeto, son groseros, ahora uno no les puede decir nada; uno esta tan ocupado tratando de medio controlarlos que queda poco tiempo y energía para realmente “educarlos” –nos compartían con resignación.
Buena a parte de los maestros, nos dimos cuenta, seguían después de ocho meses con sus mismas quejas, con sus mismos alumnos y con sus mismas prácticas: a más ruido de...
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