Español texto argumentativo

Progresos Circunstanciales
Nadie mueve las cuerdas. Casi en todos sus sentidos, nos queda tan sólo la esperanza ingenua de que algún humano, en algún lugar, controla lo que sucede. No soportamos la idea de que un mendigo y un presidente sean creaciones iguales ante los ojos de un extraño, pero realmente no entendemos por qué. Hemos hecho un esfuerzo excesivo en intentar justificar la necesidadde crear distinciones sociales, y en algún tramo de ese camino, tomamos la catastrófica salida de distinguirnos por los bienes materiales. Consideramos erróneamente que las distinciones materiales definen los éxitos y méritos de una persona, diseñamos un sistema donde quien tiene vive mejor, la respuesta vale más que la pregunta y producir en mejor que soñar. Este texto intenta establecer que labase de la cultura consumista yace casi por completo en los métodos de educación, nuestros productos no son simples manifestaciones sociales, nuestros productos son en gran parte, el resultado de una cultura que exige la constante competencia y la demonstración de ser mejor que nuestro vecino.
Con base en el pensamiento del sociólogo Salvador Peiró, realmente no hemos tenido otra opción que criarnosbajo un ámbito donde la televisión, la prensa y hasta la religión nos incitan a consumir más allá de nuestras necesidades básicas, somos educados en la búsqueda de diferenciarnos de alguna u otra forma de los que nos rodean y se nos invita a creer que los objeto son medios para llegar a la felicidad. (Peiró, 2011) No trataré de luchar contra esta idea, no comparto la utópica teoría de ser capacesde cambiar nuestra forma de ser de la noche a la mañana. Muy al contrario, intentaré demostrar muy brevemente que la dificultad de apartarse de ésta es que miramos las raíces del consumo desde un punto erróneo. En mi opinión, es el principio de estudiar para triunfar monetariamente lo que nos destruye como sociedad. Mucho más allá de aprender álgebra, física, inglés y biología, la educaciónbásica cría a los nuevos integrantes del mundo. Pasamos ocho horas encerrados en un salón donde por catorce años nos enseñan a ser mejores que nuestro compañero de pupitre. En nuestro complejo de triunfo olvidamos por completo reducir nuestras ilusiones de grandeza a una escala tangible y a su vez, olvidamos vincular las abstracciones del consumo a una realidad humana, hecho que no sólo afecta la formaen la que percibimos los bienes materiales, sino que desarrolla nuestras mentes a olvidar que la toma de decisiones sólo es consecuente en un ámbito real y que siempre afecta a personas de carne y hueso.
La humanización que hacemos a los productos materiales, creo yo, es la base de la falencia educativa en cuanto al materialismo. Cuando un producto pasa de ser el fin a convertirse en un mediopara cumplir un deseo, el producto pierde toda su naturaleza de utilidad cognoscitiva y pasa a cumplir una función social. En palabras de Baumann; “La tentación no sobrevive mucho tiempo a la rendición del tentado, así como el deseo jamás sobrevive a su satisfacción.” A su vez , esto tiene un efecto muchísimo más grande de lo que se creería, pues no solo afecta el deseo de compra de un individuo,sino su forma de percibir la felicidad en general. Así, la educación superior nos prepara para cumplir y sobresalir en nuestras respectivas labores, pero ovlida crear personas integras. El sistema nos indica que debemos dejar la ambición polifacetica de un lado, y cumplir nuestra labor social única que debemos escoger no cuando estamos lúcidos, sino apenas terminamos nuestro colegio. Juzgamos lavalidez de las carreras, basándonos puramente en su “efecto pinocho” del cual hablaremos acontinuación.
Un de los grandes causantes de este fenómeno global ha sido la industria mediática. Su labor social ha pasado de ser la venta de un producto por su utilidad, a persuadir a las personas a creer que un producto cumplirá una función de felicidad inmediata y vívida. Esto lo describe la autora Claudia...