Esparta tierra libre
Recién nacido un niño, el anciano de la tribu decidíasobre su vida: si de complexión débil, era despeñado desde la cumbre del Taigeto; si no, se le declaraba apto para el servicio. Hasta los siete años vivía con la madre, y a partir de esa edad ingresabaen un batallón y hacía vida de cuartel: entrenamiento deportivo hasta los doce, en que ya era sometido a la agogá, disciplina rigurosa que comprendía ejercicios físicos duros, pobre vestido,alimentación deficiente, abstinencias diversas, y descanso escaso sobre lecho de juncos y sin cubierta. Anualmente se sometía a la diamastígosis ante el altar de Ártemis Orthia, flagelación que el muchachohabía de soportar sin queja. El objetivo perseguido era claro: endurecerlo, física y anímicamente, para vencer toda suerte de adversidades. No obstante, se fomentaba también entre los jóvenes la astuciapara que resolvieran sus problemas; por ejemplo, los de alimentación mediante el robo, impune siempre que no fuesen sorprendidos; si no, sufrían pena de flagelación. A los diecinueve años se lesconsideraba soldados —y lo serían hasta los sesenta—, a los veinticuatro combatían —la guerra fue mal endémico entre los griegos— en primera línea, y a los treinta ingresaban en la Asamblea y podían viviren sus casas, pero con la obligación de ir a comer la sopa negra a diario con los conmilitones. El rapto era la forma sólita de contraer matrimonio, que se mantenía secreto y sólo se hacía público...
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