ESPAÑA EN LA CEE

El 12 de junio de 1985 España firmaba el Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea, organismo que más tarde evolucionaría hacia la Unión Europea, tal y como hoy se la conoce. Lo hacíajunto a Portugal, en un tratado común negociado particularmente y firmado en el Palacio Real de Madrid. Para España, la integración significaba liberalizar y ampliar mercados, pero también someterse a unaavalancha de nuevos productos, fruto de una libre competencia que hacía temer una recesión inicial y la desaparición de algunos subsectores. La CEE también significaba la regulación de algunossectores, como la pesca o la agricultura, que en España estaban protegidos y subvencionados pero que pasaban a reglamentarse con criterios diferentes.

Los deseos de España por formar parte del selectoclub de las naciones más poderosas de Europa venían de atrás. El ministro Fernando María Castiella había solicitado, sin éxito, la entrada en 1962. Por entonces España no era un país democrático yaunque las posteriores negociaciones de los ministros Ullastres y López Bravo lograron un acuerdo preferencial, con rebajas sustanciales en materia de aranceles, se fracasó en el objetivo primordial de sermiembro de pleno derecho.

Con la transición democrática, el ministro de UCD Marcelino Oreja presentaría en julio de 1977 una solicitud formal de ingreso. Sólo sería el inicio de interminablesnegociaciones que ocuparían ocho años y tres gobiernos diferentes. Existían varias circunstancias que originaban recelo hacia la entrada de España, en especial los capítulos de agricultura y pesca. Laentrada de un productor del tamaño de España desbarataba las frágiles cuentas de una Europa aún en construcción. Francia se oponía a la competencia directa de nuestros productos y hubo que regular sectora sector. Se aplicó una convergencia en dos fases para los productos hortofrutícolas, cuotas a la leche y el azúcar para evitar el excedente y otros límites análogos al aceite de oliva, el vino y...