"Espectáculo, atención, contramemoria" de jonathan crary
Jonathan Crary
El empleo del término espectáculo puede o no haber surgido originalmente de la Critique de la vie quotidienne de Henri Lefebvre; en todo caso, se generalizó a partir de las actividades de las diversas configuraciones hoy denominadas "presituacionistas" o "situacionistas", a fines de los años cincuenta y comienzos de los sesenta.Producto de una crítica radical de la práctica del arte modernista, de una política de lo cotidiano, y de un análisis del capitalismo contemporáneo, su influencia se intensificó con la publicación, en 1967, de La Société du Spectacle, de Guy Debord. Veintidós años más tarde, el término "espectáculo" no sólo sigue empleándose, sino que es de uso obligado en una amplia gama de discursos críticos yno tan críticos. Suponiendo que no se ha devaluado ni agotado totalmente como explicación del funcionamiento contemporáneo del poder, ¿significa todavía lo mismo que a comienzos de los sesenta? ¿A qué constelación de fuerzas e instituciones se refiere? ¿ Y si estas últimas han sufrido una mutación, qué tipo de prácticas se necesitan hoy para resistir sus efectos?
Todavía cabe preguntarsesi la noción de espectáculo impone una ilusoria unidad en un campo heterogéneo. ¿Se trata de un concepto totalizador y monolítico que representa inadecuadamente una pluralidad inconmensurable de instituciones y de acontecimientos? Para algunos, molesta que el término se use en todas partes junto al artículo definido, lo que sugiere un sistema de relaciones único, global y sin costuras. Paraotros, se trata de una mistificación de la función de poder, una nueva forma de explicación del tipo "opio del pueblo", un vago engendro cultural-institucional con una sospechosa autonomía estructural. ¿O acaso un concepto como el de espectáculo es instrumento necesario para imaginar un radical cambio sistémico en la manera en que funciona el poder sin coerción en el marco de la modernidad delsiglo XX? ¿Es un medio indispensable para revelar relaciones entre los que de otra manera podrían verse como fenómenos dispares y sin conexión entre sí? ¿Acaso no muestra que un conjunto de retazos o un mosaico de técnicas pueden aún así producir un efecto de poder homogéneo?
El libro de Debord se caracterizaba por la falta de cualquier tipo de genealogía histórica des espectáculo, y esaausencia pudo haber contribuido a que la noción de espectáculo apareciera sin aviso previo como una totalidad . Entonces, lo que me preocupa es lo siguiente: suponiendo que "espectáculo" de hecho se refiere a un cierto conjunto de condiciones objetivas, ¿cuáles son sus orígenes? ¿Cuándo puede decirse que comenzaron a funcionar o a hacerse efectivas? No se trata de una cuestión puramente académica.La eficacia crítica o práctica del término depende, parcialmente, en cómo se haga su periodización; es decir, "espectáculo" tendrá sentidos muy diferentes dependiendo de su ubicación histórica. ¿Es algo más que un mero sinónimo del capitalismo tardío? ¿O del surgimiento de los medios de comunicación de masas, o de la tecnología de la comunicación? ¿Es acaso más que una versión actualizada dela industria de la cultura o de la conciencia, y por lo tanto podría cronológicamente distinguirse de ellas?
El trabajo inicial de Jean Baudrillard entrega algunos parámetros generales respecto de lo que podríamos llamar la prehistoria del espectáculo (el cual, para Baudrillard, desapareció a mediados de los años setenta). Para este autor, cuando escribía a fines de los sesenta, una de lasconsecuencias fundamentales de las revoluciones políticas burguesas fue la fuerza ideológica que animó los mitos de los derechos humanos: el derecho a la igualdad y el derecho a la felicidad. Desde su perspectiva, en el siglo XIX , por primera vez, se hizo necesario contar con pruebas observables de que la felicidad realmente se había alcanzado. "La felicidad" - dice - "debía poder medirse a...
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