Espiritualidad
GUÍA DE LECTURA SISTEMÁTICA
P. Maximiliano Herraiz, o.c.d.
En san Juan de la Cruz hay que entrar por sí mismo. Con paciencia. Pero toda ayuda es buena. Aquí ofrezco una. Apoyándome en las realidades-términos-conceptos claves del pensamiento sanjuanista. Con breves textos literales que, a los menos habituados, primerizoslectores, les facilite el hallazgo de lo que se cita. Y remitiendo siempre a las notas ofrecidas a pie de página en las distintas Obras. Así se podrá seguir una lectura unitaria y temática, pórtico y corona de una comprensión más honda, particularizada, de cada una de las Obras y del mismo sistema doctrinal del santo en toda su amplitud y sencilla complejidad.
1. Dios
No es Juan de la Cruz unteólogo especulativo que se detenga en reflexionar sobre Dios en sí. Le basta el enunciado de su fe: Dios; «un solo supuesto, que es el Padre, o el Hijo, o el Espíritu santo» (Ll 3, 2); «que, como el Padre y el Hijo / y el que de ellos procedía / el uno vive en el otro» (R 6); «tres personas y un solo amado / entre todos tres había / y un amor en todas ellas / y un amante las hacía» (R 1).Sencillamente: «El misterio de la stma. Trinidad y unidad de Dios» (2S 27, 1), como nos lo presenta la fe, «trino y uno» (2S 9, 1). «Este ser es cada una / y éste solo las unía / en un inefable nudo» (R 1).
Poema «La fonte»: Padre, origen sin origen; Hijo, naciendo de esta fuente «tan capaz y omnipotente como el Padre; Espíritu, procede de ambos, pero no le preceden.
Este Dios trino vive ennosotros: «El Verbo Hijo de Dios, juntamente con el Padre y el Espíritu santo, esencial y presencialmente está escondido en lo íntimo del alma» (C 1, 6). Y presencia -inhabitación trinitaria- por gracia: «Que si alguno le amase, vendría la stma. Trinidad en él y moraría de asiento en él» (Ll 1, 15).
«Moraría» actuando, comunicándose como tal misterio tripersonal: Padre, Hijo, Espíritu santo «son losque hacen en ella esta divina obra de unión» (Ll 2, 1), «todos ellos obran en uno, y así todo lo atribuye a uno, y todo a todos» (ibid.); «juntos es la comunicación del Padre y del Hijo y del Espíritu santo» (Ll 3, 80).
Esta obra única, solidaria de tres personas distintas (Ll 1, 15) hace que la unión con Dios o la transformación en él sea participación en la Trinidad: «Porque no seríaverdadera y total transformación si no se transformase el alma en las tres personas de la stma. Trinidad en revelado y manifiesto grado» (C 39, 3). «Esto es estar transformada en las tres personas» (C 39, 4), culminación de la creación a imagen y semejanza de Dios y de la obra redentora del Hijo (ibid., 4). Filiación participada, pasiva-activa: ser amados como el Hijo y poseyendo sus mismos bienes, yamar con la misma fuerza de Dios, el Espíritu (C 38, 3) «aspirando en Dios a Dios la misma aspiración divina que Dios... aspira en sí mismo a ella» (C 39, 3; Ll 4, 17; 3, 79). «Sombra de Dios» (ibid. y 12-14.78).
El Padre
«Inmenso Padre» (C 27, 1), «el piadoso y omnipotente Padre» (Ll 2, 16), de «larga mano» para dar (Ll 2, 16), y que «no se apacienta en otra cosa que en su único Hijo» (C1, 5), ni «nada me contenta Hijo / fuera de tu compañía» (R 2), «el mismo principio» (R 1), proyecta la creación-redención (R 1-4); a él atribuye la merced «de haberla transformado en sí» (Ll 2, 1) «absorbiéndola el Padre poderosa y fuertemente en el abrazo y abismo de su dulzura» (Ll 1, 15).
Destaca su «ternura», «humildad», «dulzura», «como la madre en servir y regalar a su niño» (C 27, 1; Ll3, 3). Padre-materno -(1N 1, 2; 2S 14, 3) que condesciende «hasta concederles lo que no les está mejor» (2S 21, 3), retrasando-«caminando» menos en el paso de la meditación a la contemplación (S pról. 3) «acomodándose» al hombre (2S 17).
El Hijo
«El Verbo se llama Hijo / que de el principio nacía» (R 1), a quien el Padre «dale siempre su sustancia» (R 1), «figura de su sustancia» (R...
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