espiritualismo
Se aplica este término a toda doctrina que practique la filosofía como análisis de la conciencia, o que, en general, pretenda inferir de la conciencia los datos de la investigaciónfilosófica o científica. La palabra fue puesta en boga en el siglo pasado por V. Cousin, que en el prefacio a la edición de 1853 de su obra Du vrai, du beau et du bien escribió: «Nuestra verdaderadoctrina, nuestra verdadera bandera es el espiritualismo, esta filosofía tan sólida como generosa, que comenzó con Sócrates y Platón, que el Evangelio difundió en el mundo, que Descartes expuso en lasformas rigurosas del genio moderno, que en el siglo XVII fue una de las glorias y una de las fuerzas de la patria, que pereció con la grandeza nacional en el siglo XVIII y que, a principios de estesiglo, Royer Collard rehabilitó en la enseñanza pública, mientras Châteaubriand y Madame de Stâel la transportaron a la literatura y al arte... Esta filosofía enseña la espiritualidad del alma, lalibertad y la responsabilidad de las acciones humanas, las obligaciones morales, la virtud desinteresada, la dignidad de la justicia, la belleza de la caridad y fuera de los límites de este mundo muestra unDios, autor y modelo de la humanidad que luego de haberla creado, evidentemente con una excelente finalidad, no la abandonará en el desarrollo misterioso de su destino. Esta filosofía es la aliadanatural de todas las buenas causas. Sostiene el sentimiento religioso, secunda al arte verdadero, a la poesía digna de este nombre, a la gran literatura; es también sostén del derecho, rechaza por igualla demagogia y la tiranía, &c.» Este programa del espiritualismo, [446] magistralmente delineado por Cousin, ha perdurado como inherente a todas las formas, muy numerosas, que esta direcciónfilosófica ha adquirido en la filosofía moderna y contemporánea. El apoyo a las «buenas causa», o sea a los valores morales, políticos, sociales y religiosos de la tradición, ha sido constante preocupación...
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