esquema de un atomo
Tirso de Molina
El condenado por desconfiado
Tirso de Molina
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PERSONAJES (1)
PAULO, ermitaño.
ENRICO.
UN PASTORCILLO, un ángel.
EL DEMONIO.
ANARETO, padre de Enrico.
CELIA.
LIDORA, criada.
OCTAVIO.
LISANDRO.
PEDRISCO.
GALVÁN.
ESCALANTE.
ROLDÁN.
CHERINOS.
ALBANO, viejo.
El GOBERNADOR DE NÁPOLES.
El ALCAIDE DE LA CÁRCEL.
UN JUEZ.ESBIRROS.
BANDOLEROS.
CAMINANTES.
PORTEROS.
PRESOS.
CARCELEROS.
VILLANOS.
PUEBLO.
1
El condenado por desconfiado
Tirso de Molina
Jornada primera
Selva, dos grutas entre elevados peñascos.
PAULO
(De ermitaño.)
¡Dichoso albergue mío!
Soledad apacible y deleitosa,
que en el calor y el frío
me dais posada en esta selva umbrosa,
donde el huésped se llama
o verde yerba opálida retama.
Agora, cuando el alba
cubre las esmeraldas de cristales,
haciendo al sol la salva
que de su coche sale por jarales,
con manos de luz pura,
quitando sombras de la noche oscura [4]
salgo de aquesta cueva,
que en pirámides altos de estas peñas
naturaleza eleva,
y a las errantes nubes hace señas
para que noche y día,
ya que no otra, le hagan compañía.
Salgo a ver este cielo,alfombra azul de aquellos pies hermosos.
¿Quién, oh celeste velo,
aquesos tafetanes luminosos
rasgar pudiera un poco
para ver?... ¡Ay de mí! Vuélvome loco.
Mas ya que es imposible
y sé cierto, Señor, que me estáis viendo
desde ese inaccesible
trono de luz hermoso, a quien sirviendo
están ángeles bellos,
más que la luz del sol hermosos ellos,
mil gracias quiero daros
por las mercedes queme estáis haciendo
sin saber obligaros.
¿Cuándo yo merecí que del estruendo
me sacarais del mundo
que es umbral de las puertas del profundo?
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2
El condenado por desconfiado
¿Cuándo, Señor divino,
podrá mi indignidad agradeceros
el volverme al camino
que, si no lo abandono, es fuerza el veros
y tras esa victoria
darme en aquestas selvas tantagloria?
Aquí los pajarillos,
amorosas canciones repitiendo
por juncos y tomillos,
de Vos me acuerdan, y yo estoy diciendo:
«Si esta gloria da el suelo,
¿qué gloria será aquella que da el cielo?»
Aquí estos arroyuelos,
jirones de cristal en campo verde,
me quitan mis desvelos
y son la causa a que de Vos me acuerde.
Tal es el gran contento
que infunde al alma su sonoro acento.
Aquísilvestres flores
el fugitivo viento aromatizan
y de varios colores
aquesta vega humilde fertilizan. [5]
Su belleza me asombra;
calle el tapete y berberisca alfombra.
Pues con estos regalos,
con aquestos contentos y alegrías,
¡bendito seas mil veces,
inmenso Dios, que tanto bien me ofreces!
Aquí pienso servirte,
ya que el mundo dejé para bien mío;
aquí pienso seguirte,
sin que jamáshumano desvarío,
por más que abra la puerta
el mundo a sus engaños, me divierta.
Quiero, Señor divino,
pediros de rodillas, humilmente,
que en aqueste camino
siempre me conservéis piadosamente.
Ved que el hombre se hizo
de barro vil, de barro quebradizo.
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(Entra en una de las grutas.)
PEDRISCO
(Sale trayendo un haz deleña.)
Como si fuera borrico
3
El condenado por desconfiado
vengo de yerba cargado,
de quien el monte está rico;
si esto como, ¡desdichado!,
triste fin me pronostico.
¡Que he de comer hierba yo,
manjar que el cielo crió
para brutos animales!
Deme el cielo en tantos males
paciencia. Cuando me echó
mi madre al mundo, decía:
«Mis ojos santo te vean,
Pedrisco del alma mía.»
Si estolas madres desean,
una suegra y una tía,
¿qué desearán? Que aunque el ser
santo un hombre es gran ventura
es desdicha el no comer.
Perdonad esta locura
y este loco proceder,
mi Dios; y pues conocida
ya mi condición tenéis,
no os enojéis porque os pida
que la hambre me quitéis
o no sea santo en mi vida.
Y si puede ser, señor,
pues que vuestro inmenso amor
todo lo imposible doma,...
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