esquema
Mis anteojos de recortada profesora me convierten en una observadora privilegiada de las tendencias juveniles. Como afirma Manuel Vicent se observa una terrorífica tendencia de las jóvenesa reproducir estereotipos ya olvidados pero no comparto la visión también retrograda de su exposición.
¿Por qué las panteras que luchan por su dignidad no pueden lucir hermosas y utilizar todas laspinturas de guerra que estén a su alcance? La ausencia como la presencia son imposición y las mujeres deben hacer lo que les venga en gana aunque eso signifique ir pintada como una puerta o adornadacomo un escaparate en Navidad. Tampoco quiero pasar por alto esa “maravillosa” vida que presupone al dulce ángel del hogar entregando las riendas de su ser a un marido que usted califica como mediocre.Tantas artimañas como dice para negarse cualquier posibilidad de independencia y futuro. Por último, añadir que su visión es fragmentada porque no menciona que ahora una gran parte de machotes niestudian ni trabajan.
He contado las horas que hemos estado juntos.
He contado todos los besos, las caricias, los ponientes,
los paseos. He contado casi todos los minutos
deausencia. Visitábamos Beceite, Fuentespalda,
Calaceite y su cementerio romántico con vistas
hacia un campo de olivos. Me recitabas a Ángel Crespo
que amaba aquí asu musa, en la intimidad de un palomar.
Y estuvimos con Gema Noguera en su taller con bicicleta.
Visitábamos Valdealgorfa y sus altiplanos.
Y La Cerollera y susoscuros pájaros legendarios.
Me decías: .
Quizá me fui por eso. Porque esperabas a otro.
Porque me sentía emplasto, alivio, medicina fugaz.Porque anhelabas a otro y hallabas mi sombra.
La lanzada me había llegado hasta el fondo del espanto.
El poema rememora desde el recuerdo doloroso de un amante huidizo, sus paseos de...
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