Esquinas: resistencia y sorpresa
Richard Sennett
La esquina deberia ser el espacio urbano que vivimos mas intensamente. Al doblar una esquina, nos deberiamos enffrentar a algo nuevo, encontrar una ocasion para el cambio y la sorpresa. TVadicionalmente, las esquinas ayudaban a dar forma ffsica a los cruces de caminos, eran un punto social donde se encontraban gentes de distintas clases,extranjeros o extranos a la ciu- dad. Aquellos encuentros desafiaban las image- nes y las rutinas establecidas: la encrucijada era el lugar que ofreci'a resistencia a lo ordina- rio, un espacio que obligaba a las personas a fijarse en los demas. Ahora, igual que entonces, las esquinas deberian empujarnos a la concien- ciacion.
Esto es un ideal, pero la realidad es diferente. Son demasiadas lasesquinas que resultan espa- cios muertos o vacios. Estas intersecciones neutras son solo una pequena parte de un pro- blema urbano mucho mayor. „A los urbanistas modernos se nos da cada vez mejor apurar el valor economico de cada espacio urbano -bue- nos organizadores del comercio, buenos directo- res de escena del turismo-, pero hemos llegado a ser unos ineptos a la bora de estimular los encuentrossociales que reunen a las clases o a los grupos etnicos o raciales. No somos capaces de modelar una fisonomi'a urbana que desafie las rutinas establecidas, resista los prejuicios y haga que personas que discrepan tengan la sen- sacion de que comparten un destino comun. Estos errores no son culpa del urbanismo en si: el capitalismo moderno no tiene mucha energia social o polftica verdadera, pero laciudad es el espacio en el que ese letargo se hace fisicamente manifiesto. Dentro de la larga historia del diseno urbanistico se ha demostrado que ciertas mane- ras de organizar el espacio tienen menos conteni- do social y politico que otros. Y la cuadricula tiene menos que ningun otro. En la cuadricula, utilizada por primera vez en el antiguo Egip- to y desarrollada luego por los romanos, lageometria se apli- ca en el diseno de la ciudad: calles rectas y entrecruzadas crean una ciudad de esquinas unifformes y repetitivas. El
orden racional es el objetivo de este tipo de diseno. En 1573, cuando Felipe II de Espana establecio las normas imperiales para gobernar los territorios hostiles del Nuevo Mundo, decre- to el uso de la cuadricula para que las ciudades se pudieran «expandir demanera simetrica». El decreto encarna un principio de poder que los romanos habrian comprendido: el Estado gobier- na de manera mas eficaz cuando lo hace sobre un espacio racionalizado. Esta racionalidad la establecio la cuadricula, y la incipiente vida de las esquinas cayo vi'ctima de esta repeticion mecanica.
Sin embargo, el caracter de la cuadricula vario en los tiempos modernos, y cambio lasesquinas. En el siglo XVII, la cuadricula paso a ser un diseno adecuado para el nuevo capitalismo urbano, donde la venta de unidades regulares de tierra llego a ser equivalente al uso de una moneda comun. «Con la aparicion del capitalismo en el siglo XVII —escribe Lewis Mumford— se presento una amenaza para el solar individual, la manzana, la calle y la avenida, que los trataba como unidadesabstractas para la com- pra y la venta, sin respeto por los usos histori- cos, las condiciones topograficas o las necesi- dades sociales». Esto resultaba especialmente evidente en el Nuevo Mundo, donde se creaban ciudades enteras de un plumazo, dividiendo el espacio urbano en cuadriculas. Pero esta eco- nomia del terreno tambien influyo a Christopher Wren en Londres y luego a los urbanistas fran- ceses,alemanes, suecos y catalanes durante la gran expansion urbana europea del siglo XIX. El Estado se convulsionaba pero la economfa pro- siguio con su trabajo de racionalizacion de la ciudad. Los inversores no querian bajo ningun concepto invertir su dinero en un espacio ambi- guo, henchido de sorpresas, un lugar que invita- se a un cruce de clases, nacio- nalidades o razas de resulta- dos...
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