Estética De La Fluidez

ESTÉTICA DE LA FLUIDEZ.
 
¿Qué fue de la estética?, ¿dónde habita? Adelantemos la propuesta: más que habitar, fluye entre varias oscilaciones. Digamos más: oscila, movimiento tan propio del navegante, entre unos cuantos pares de oposiciones como por ejemplo, los que van de la confianza a la desconfianza, de la docilidad a la revolución, del autor al espectador, del arte a la vida misma.Preferimos que fluya desde que si hay algo que jamás habitó o se estableció en forma sedentaria es la sensación, base de la estética. En contra de Parménides, la sensación fue la primera en ser y en no ser al mismo tiempo, la primera estafadora, camaleónica e indigna de confianza pero que sin embargo, fluye en una suerte de lugar del no lugar.
 
La acertada idea de la oscilación es de Gianni Vattimo,en El Arte de la Oscilación, que apelando a Heidegger y Benjamín, reduce el extrañamiento que nos produce la obra de arte a una especie de ejercicio de la mortalidad u oscilación entre la vida y la muerte. Nosotros podríamos redoblar la apuesta, no sólo llevándola a otras oscilaciones, sino además, y sobre todo, entendiéndola en términos de flujo y movimiento, prefiriendo el transcurrir a losextremos. Una oscilación cuyo vaivén podría entenderse en su totalidad, como tensión o coexistencia, ya lejos de la lógica tradicional. Para el paso que proponemos, de los dos extremos a la fluidez del trayecto, recurriremos a Delleuze en Mil Mesetas. Allí se enseña que Heráclito, con influencia asiática, se dejó llevar por el Yin y el Yan, por el río de la fluidez en donde se puede ser y no ser almismo tiempo. Un pensamiento mítico que no es que no tenga lógica: simplemente tiene una lógica distinta en base a una nueva consideración del tiempo y del espacio. Aristóteles en cambio, ya lo sabemos, preferiría a Parménides como única forma de ordenar y clasificar el mundo: sus principios de identidad y no contradicción serían tomados de “el ser es y el no ser no es” de aquel. La muerte y la vida,para ir a fondo, en este marco, son opuestas; en la fluidez en cambio, eran complementarias.
 
Claro que la oscilación no era tan fluida para Heidegger. Más bien, en lo que respecta a  El Origen de la Obra de Arte, había una fuerte vivencia. Stoss, palabra alemana onomatopéyica que significa impacto o choque, es lo que nos provoca la obra de arte, algo que inmediatamente resuena al proyectil alque asemejaba la obra de arte el dadaísmo para significar el efecto de agresión; eso que se lanzaba al espectador más para despertar o inquietar que para ser contemplado. Un impacto que en Heidegger quiere significar más específicamente la experiencia del ser y el tiempo. La obra de arte como fundación de un mundo o apertura del ser (lo que nos hace sorprender con un nuevo mundo o simplementerecordarnos que hay un mundo que no debería ser tan obvio). Además, el desfondamiento. Para fundar hay que desfondar (nada se funda en el aire), para enterrar hay que desenterrar; remover o desocultar la tierra, pero sólo un poco, porque ésta vuelve a ocultarse (como siempre hace) y finalmente, a tragarse a aquel mundo fundado en nuevos desfondamientos y fundacionesposteriores. Fundación y desfondamiento que son la dinámica de la vida y la muerte, el ser y el tiempo, el zamarrón (stoss) que nos vuelve a la vida y al mismo tiempo, al angustiante recordatorio de que hemos de morir.
 
El fluir como nota específica de la oscilación, ese transcurrir entre extremos ideales que en definitiva es puro transcurrir, es tan viejo como Heráclito y tan novedoso como navegar en Internet. Un fluir que no esla oposición gramatológica derridiana en donde hay una término o extremo dominante, pues aquí no se habla de amos; tampoco el rizoma delleuziano que se ve precisado a optar por las superficies a cambio de un poco de libertad, pues el fluir puede también bucear en las profundidades sin exigir explicaciones metafísicas. Un fluir que tampoco tiene que ser el de la tolerancia, que siempre es de...