Estética- schiller

UNA VISIÓN ONTOLÓGICA
COMO POSIBILIDAD DE LIBERTAD

La simple idea de una estética condenada a la autonomía de una ley moral debe servir de inicio a la ardua pero contagiosa búsqueda de una libertad en la cual impere el juego, la imaginación, el placer, la sensualidad, la belleza y el arte. La simple idea de buscar la liberación estética y formarnos como objetos de nuestra propia subjetividad,debe guiarnos a subir en un tranvía de lo ontológico, afectarnos mucho más allá de lo sensible y hacer de una experiencia estética, una construcción de lo sublime.

La aparición de la estética como disciplina filosófica y como teoría de la belleza y el arte, surge en la mitad del siglo XVIII, justo cuando el mundo de la experiencia se hace tierra movediza para dar paso no a una verdad delafuera, sino a una verdad que reposa en la interioridad del ser, que reposa en el sujeto; el hombre entonces abandona una época en la que fue solo sombra para ser ahora dueño y creador de su mundo, para descubrirse a si mismo y dejar de ser un ladrillo en una arquitectura oscurantista sustentada en la precaria ilusión divina. El humanismo da paso a una fundamentación de la existencia y del mundo quetrasciende esencialmente en el sujeto, abriendo paso a la estética, la cual surge como una “contracorriente” al tratamiento represivo del proceso sensual, generando ahora la posesión de una disciplina independiente que anula el papel represivo de la razón.

El arte queda por tanto definido como el lugar de la libertad, y el lugar ajeno a las leyes morales dadas por el hombre mismo para alcanzarsus fines. Sin lugar a dudas desde el interés por una comprensión de lo bello, nace una estrecha relación entre juego y estética, pero para llegar a deleitar una libertad que nos transporte a lo inexorable, será necesario comprender ¿ Cómo construir una libertad superior a la autonomía de la ley moral a través de una experiencia estética? Cuestión difícil de resolver y la cual sustentare desdelas posturas filosóficas de grandes pensadores en este caso de la estética y el juego como lo son Kant, Schiller y Marcuse.

Daré un pronta y ambiciosa respuesta a la problemática planteada con el fin de sustentarla después de manera prudente a través de los filósofos mencionados, aclarando ahora que mi intención no es una profundización teórica de cada una de ellos, sino una reflexión en torno alas infinitas posibilidades existentes o no, que pueden generar en nosotros una experiencia estética tal que no acepte una moralidad, sino que cree nuevas regiones posibles en donde *quizás* pongo mi esperanza entre estas líneas, gracias a cada individualidad se genere también una nueva sociedad y una verdadera libertad política.

La construcción de una libertad, no subordinada a la ley moral,se hace posible en tanto la experiencia estética del juego, genera una región ontológica en la cual no existen límites a la imaginación, una posibilidad sin definiciones prácticas o teóricas en la cual se genere lo inexplicable, lo incontenible, una posibilidad de ser otros, un horizonte de sentido enteramente sublime que es fiel reflejo de la fusión entre lo material y lo espiritual en el juego.Un sentimiento de los sublime que supera el sentimiento de la razón.

Es precisamente Kant quien inicia el despliegue subjetivo del juego para lo que después Marcuse llamará la “ libre autorrealización del Eros” . Kant da paso a la autonomía y desinterés de lo estético, en tanto considera al sujeto ya no como un ente exterior, sino como un sujeto a priori que despliega la realidad cognoscible,en la Crítica del Juicio defiende la estética frente a los fines prácticos y teóricos, abriendo paso a la creencia y a la postura de la belleza en donde el juicio del gusto se funda en la “ pura satisfacción desinteresada”[1] donde lo esencial ya no es la utilidad, ni la moralidad sino el placer de la contemplación. En palabras de Kant, “ el juicio de gusto no es un juicio de conocimiento y,...