Estaciones, cuento
A Destino le costó trabajo acostumbrarse a la claridad de la mañana. El viaje transcurrió en un vaivén incesante en el que atravesaron terrenos áridos, bosques espesos, mares de nostalgia, llanuras infinitas, selvas milenarias, cordilleras empinadas que se resguardaban detrás del arco iris. Corrió la cortina y echó un vistazo: quizás arribaban a una nueva estación. Sacó de subolsillo el itinerario, mas no encontró- por ningún lado- la ubicación del lugar. “¿Acaso no soy Destino?”, murmuró. Entonces resolvió salir, era necesario indagar de primera mano. Se levantó despacio. Caminó con la torpeza del que tiene, en vez de piernas, resortes oxidados. Alcanzó la puerta, bajó las escaleras; ya en tierra observó detenidamente el entorno. Se acercó a la locomotora dispuesto aindagar al maquinista. Justo en ese instante advirtió la presencia de alguien. Intrigado Destino se volteó y descubrió la figura de Tiempo. Asombrado constató cuanto había envejecido. Lo saludó y preguntó: “¿Sabes en qué sitio estamos?” Tiempo lo miró de arriba abajo; posteriormente empezó a reír. Enseguida entró en un llanto amargo. Tras breves segundos se calmó y contestó: “No tengo la menor idea,iba a preguntarte exactamente lo mismo”. Dicho esto concluyó: “Creo que nos perdimos”. Destino dudó, se llevó la mano derecha a la barbilla, meditó y dijo: “En esa caso nos tocará recurrir a la memoria”. A Tiempo ya se le desvanecían las horas, los minutos, los segundos. Las fuerzas lo abandonaban, no se atrevía ni siquiera a recordar. Visiblemente afectado contestó: “Voy en una sola dirección, nopuedo regresar sobre mis pasos. Es difícil de entender”. Terco, obstinado, Destino insistió: “¿Y si yo te ayudo?”. Tiempo lo miró conmovido. En el fondo sabía que pasado, presente, futuro- más que etapas- son huellas, realidades, anhelos; por lo tanto no era posible. Pese a que algunos sostienen que las épocas se viven simultáneamente, Tiempo aprendió a comprobar que su relatividad no essimplemente una teoría. Ante la contundencia de sus convicciones interiores sentenció: "Amigo, por mucho que queramos, no podremos permanecer juntos indefinidamente. Tarde o temprano nos separaremos”. Abrumados se sentaron encima de una enorme roca, espalda contra espalda, hasta que los venció el cansancio producto de sus cavilaciones.
**************************************************************
Latarde moría envuelta en un sutil manto de bruma y silencio. El tren se asemejaba al león dormido, encaramado en la inconsistencia de la cuerda floja. La estación se esfumaba en la soledad de su estructura etérea, misteriosa, fantasmal. Un viento helado profanó la pasividad de aquellos seres, sumergidos en la espuma de sus deseos postergados. De pronto del aire llegó un rumor: “A despertar que elmundo se va a acabar”. Destino y Tiempo abrieron los ojos, se incorporaron en el acto y se encontraron, frente a frente, con dos bellas mujeres: se trataba, nada más y nada menos, que de Ilusión y Esperanza. Las damas los contemplaban complacidas. Ilusión no dejaba de brincar de aquí para allá. Llevaba una canastilla de la que extraía manotadas de margaritas; después las arrojaba y reía acarcajadas. Por su parte Esperanza, un poco más recatada, tan sólo aguardaba esbozando su sonrisa limpia. El vestido verde le daba apariencia de tranquilidad. Sus brazos, firmes y extendidos, invitaban a albergar en su pecho al planeta entero. “Las vueltas que da la vida”, manifestó Esperanza. “Sí. Jugando a las escondidas con este par de insensatos e, invariablemente, terminamos atrapándolos”, anotó lapícara de Ilusión a la vez que esparcía decenas de margaritas. “¡Alto! La mayoría de las veces ustedes desaparecen como por arte de magia", replicó Destino. “Además ¿No son amigas del viento? Vienen y van a su antojo”, recalcó Tiempo. “Ya. Basta de recriminaciones. Mejor aprovechemos y disfrutemos”, propuso Esperanza, consecuente con el significado de su nombre. “Estoy de acuerdo. Hay que cantar,...
Regístrate para leer el documento completo.