Estado Laico/Estado Aconeficional

Grupo 16

Estado laico/Estado aconfesional
1. Descripción y análisis del debate o conflicto
1.1. Contexto
En este trabajo analizaremos la situación del Estado aconfesional en España y el debate formado alrededor de ésta.
Este debate es bastante reciente, dado que la aconfesionalidad de España se declaró en el año 1978 con la aprobación de la Constitución Española.
España, que a día de hoycuenta con un 73’2% de católicos, un 22% de ateos y no creyentes, y un pequeño porcentaje de creyentes de otras religiones; ha sido desde la reconquista un país básicamente de confesión católica donde la Iglesia ha jugado un importante papel tanto a nivel social como a nivel político y económico.
No fue hasta la elaboración de la Constitución de la Primera República en 1873 que se dio un hechocomo el de la declaración del derecho a la libertad religiosa. Pero esta Constitución, y en consecuencia este derecho, sólo estuvo en vigencia por un año, hasta el fin de la Primera República. No sería hasta la Segunda República que se volvería a cuestionar el tema de la religión, que sería, de hecho, uno de los ejes de la evolución política de este nuevo régimen instaurado en abril de 1931. Elgobierno republicano vinculaba el laicismo al progreso de la nación y, a su entender, era necesario el control de las órdenes religiosas y sus actividades para conseguir la modernización de la sociedad española.
Así pues, tras la proclamación de la República, a instancias de la Santa Sede, la mayoría de los miembros de la iglesia reaccionaron con prudencia y con declaraciones de acatamiento al nuevorégimen, aunque también hubo algunos, como el primado cardenal Segura, que se manifestaron en contra. Sin embargo esta situación de conformidad no duraría mucho tiempo; El gobierno provisional decretó la secularización de los cementerios y que la enseñanza de la religión no sería obligatoria y el proyecto de Constitución que empezó a debatirse en las Cortes no hacía referencia a ningún estatutoespecial de la Iglesia y proponía la supresión de las órdenes religiosas. Tras la dimisión (forzada) del cardenal Segura, Azaña, entonces presidente de la república, planteó una posible solución para evitar la crisis de la mayoría gobernante: la disolución sólo de la Compañía de Jesús, la regulación de las demás congregaciones por medio de una ley y la prohibición de ejercer la enseñanza a todas.Su propuesta fue aceptada por la mayoría de los diputados. La Carta Magna también introdujo el principio de la laicidad del Estado y medidas como el divorcio, el matrimonio civil y la enseñanza laica. La Iglesia respondió con una declaración rechazando la Constitución. La aprobación de la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas en junio de 1933, cuya principal consecuencia fue regular laprohibición de ejercer la enseñanza a los religiosos, supuso la ruptura definitiva del diálogo entre la Iglesia y el gobierno del primer bienio. El Papa Pío XI promulgó entonces la encíclica Dilectissima nobis, en que condenaba al régimen republicano.
La política rectificadora del segundo bienio no introdujo importantes novedades legislativas, ya que para ello era necesario modificar la Constitucióny no se contaba con los dos tercios necesarios en las Cortes ni con la unidad política de la derecha. Sin embargo, se dejaron de aplicar las disposiciones del anterior gobierno con el rigor necesario, de esta manera las autoridades españolas intentaron alcanzar un nuevo Concordato o un modus vivendi entre el régimen republicano y la Santa Sede, que no obtuvo ningún resultado, debido a ladificultad para adecuarlo a la Constitución; y a la espera del Vaticano a una situación política más favorable, el Frente Popular retomó la legislación religiosa del primer bienio, creándose así un clima de creciente tensión.
El golpe de Estado de 1936 y la instauración del franquismo impidieron que se consolidara la separación de la Iglesia y el Estado.
Desde el comienzo de la guerra, la Iglesia...