Estado Laico

Con la reciente reforma del artículo 24 constitucional, aprobada por los diputados del PAN y del PRI el pasado 13 de diciembre, el Congreso de la Unión sacó de la sepultura hechoshistóricos que se creían ya superados y abrió innecesariamente heridas que aún supuran en la memoria colectiva. La Cámara de Diputados instaló a la jerarquía católica los antiguos privilegiosque ha venido exigiendo en las últimas fechas, los que disfrutó sin contrapesos hasta la segunda mitad del siglo XIX: impartir educación religiosa en las escuelas públicas, tener medios decomunicación propios, suvbención a sus ministros de parte del Estado, y que éstos participen abiertamente en política y puedan ser votados, entre otros. La aprobación de dicha reforma,que es el resultado de una vergonzosa alianza política entre el PAN y el PRI, es un burdo ataque a las libertades conquistadas por la generación de hombres liberales del siglo XIX,encabezada por Benito Juárez. La consigna para desmantelar el Estado laico en México y otorgar privilegios indebidos al clero católico, es orquestada desde El Vaticano y opera en todas lasdiócesis de nuestro país. Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, títeres virtuales de la Conferencia del Episcopado Mexicano, han pisoteado reiteradamente nuestra Carta Magna: viven sujetos a loscaprichos de una jerarquía religiosa que exige tener el monopolio religioso, educativo y político. El panorama que vive el país es desalentador: estamos ante un grave retroceso, el cualno podemos permitir. ¡Unámonos a la defensa de nuestras libertades!¡No a la reforma del 24 constitucional! ¡No al Estado confesional! Si estás de acuerdo, súmate a las voces deinconformidad y alzemos la voz hasta que nuestro eco retumbre en nuestro amado y adolorido país...




--------------------------------------------------------------------------------