Estado Social De Derecho

EL PALACIO SIN MÁSCARA

Por: Leidy Clemencia León Castillo




cuando se oye hablar de la toma del palacio de justicia en Colombia inmediatamente se piensa en la operación sangrienta que perpetuó el grupo subversivo M19 entre el 7 y 8 de noviembre de 1985 tomando vidas de magistrados, guerrilleros, civiles y combatientes del ejército porigual; sin embargo, investigaciones recientes realizadas por el Concejo de Estado y la Fiscalía General de la Nación han ventilado un hecho aún más condenable y repudiable para la ciudadanía: La responsabilidad del ejército nacional en la desaparición y tortura de 11 personas civiles que se encontraban en la cafetería del palacio el día de la toma, y su presunta responsabilidad en el comienzo de lasactividades hostiles que dieron fin a la vida de casi la totalidad de las personas que se encontraban en medio del fuego para lograr recuperar la edificación, procedimiento conocido como la retoma. Y digo que es un hecho aún más repudiable y condenable que la toma misma del palacio de justicia no porque esté justificando el proceder violento de los integrantes del M19 o su actuar haya sido menosgrave, sino porque la función de toda fuerza militar al interior del estado es proteger la vida de sus civiles durante enfrentamientos armados y según el derecho internacional humanitario, en lo posible proteger también la vida del adversario de guerra.
En el libro El Palacio Sin Máscara de Germán Castro Caicedo, la fiscalía general de la nación adjudica la responsabilidad de las desaparicionese injusticias ocurridas en la retoma a los coroneles Alfonso Plazas Vega, Edgar Sánchez Rubiano, el sargento viceprimero Luis Fernando Nieto, el capital Oscar William Vásquez, el sargento segundo Antonio Rubay, el sargento viceprimero Antonio Causayá, el general Iván Ramírez quintero, y al oficial Camilo Pulecio tovar, luego de una investigación exhaustiva que incluyó el estudio de comunicacionesentre estas personas grabadas por radioaficionados, el testimonio de algunos soldados y la confiscación de un video en la casa del coronel Plazas con imágenes de algunos de los hoy desparecidos saliendo vivos y encañonados por miembros del ejército del palacio de justicia hacia la casa del florero de donde no fueron vistos salir nuevamente. Estas 8 personas hoy adelantan procesos penales y sepasan la responsabilidad de los hechos unas a otras, encubriéndose o quizá esto sugiere que la orden de estos atropellos pudo venir de un más alto nivel estatal (…). Claro, el ex presidente Belisario Betancourt ha dicho no ser quien propuso una retoma a sangre y fuego sin que siquiera fuera considerada la vida de las personas que se encontraban allí, que hubo un error en las comunicaciones y nose interpretaron bien sus indicaciones, sin embargo su participación en la condecoración otorgada al coronel Plazas luego de tan exitosa operación, si es verídica; lo que da surgimiento al siguiente cuestionamiento: ¿Es acaso legitimo y digno de condecoración el asesinato de un guerrillero o un civil en las mismas condiciones de guerra cuando lo realiza el ejército?..Es un carácter agonal bastantecuestionable, pues esto no hace sino ahondar la percepción de que existe un grupo de buenos que debe acabar con los malos mediante soluciones inanes cuando lo que hay es una mezcla maliciosa de buenos y malos como decía Jaime Garzón. Mientras tanto en este eterno juego de verdades parciales y evasión de responsabilidades, lo cierto es que no puede haber un resarcimiento moral de los familiaresde las victimas que les permita dar fin a su proceso de duelo sino se esclarece totalmente la verdad y se aplica la justicia por igual a responsables directos y coautores de estos crímenes, como ya lo han manifestado ellos mismos ante la Comisión de la Verdad creada en 2005 para ayudarles a encontrar justicia. Tampoco puede haber un resarcimiento social colectivo para los ciudadanos comunes y...