Estado y globalizacion

Este País 102

Septiembre 1999

A propósito de la globalización: ¿es inminente la desaparición del Estado?
AUGUSTO PEÓN SOLÍS

I Los cambios radicales que en los más diversos órdenes se han venido dando con el advenimiento del fenómeno globalizador han suscitado todo tipo de interpretaciones: desde posturas que sostienen que, en realidad, es poco lo nuevo que hay bajo el sol pues estastendencias ya se habían hecho evidentes desde el último tercio del siglo pasado, e incluso mucho antes,1 hasta quienes afirman que lo cambios se han intensificado extraordinariamente sobre todo a partir de la década de los setenta;2 desde quienes vislumbran un futuro prometedor para los órdenes sociales y consideran que las nuevas condiciones creadas por la tecnología y las transformaciones decarácter económico prefiguran oportunidades extraordinarias para amplios sectores de la población3 hasta quienes, apocalípticamente, auguran dantescos contextos de fragmentación, desintegración y parálisis para sociedades inermes frente a la vorágine representada por los intereses y desarrollos transnacionales.4 Desde el punto de vista político, y concretamente de lo que acontece con el Estado-nación enel marco de la globalización, hay también distintas perspectivas, siendo una de las más radicales la que sostiene que, dada la naturaleza y magnitud del cambio, ya no hay futuro para el Estado-nación como entidad soberana y decisoria. De hecho, se argumenta, el futuro del Estado está prácticamente sellado al haberse convertido en una instancia incapaz de liberarse del avasallador empuje de ladinámica económica internacional y la fuerza de las conexiones de carácter global. Por consiguiente, dada la determinación del orden externo sobre el Estado, éste no sólo ha visto mermada su autonomía y erosionada su capacidad para llevar a cabo el papel que le corresponde a nivel doméstico sino, se argumenta, se asiste a su fin como instancia soberana, capaz de generar los instrumentos prácticos ynormativos en lo que tradicionalmente se ha fundamentado el ejercicio del poder estatal y su conducción de lo nacional. De acuerdo con esta perspectiva, no sólo las instituciones políticas internas deben ser explicadas en el marco de una sociedad mundial caracterizada por la presencia de una multiplicidad de organizaciones internacionales y regionales, así como de la existencia y continua emergenciade distintos actores cuya capacidad de mediación rebasa las fronteras nacionales. El problema es que el capitalismo global resulta tan corrosivo respecto al Estado-nación, que termina por afectar las funciones que centralmente ha venido desempeñando desde su instauración como instancia fundamental de dominación, cohesión y conducción. Por lo tanto, el Estado contemporáneo se encuentra atrapado enuna densa red de interconexiones globales de carácter estructural que en sentidos fundamentales determina su destino, hasta convertirlo en un organismo tan vulnerable que sólo puede operar con niveles mínimos de eficacia y eficiencia si recurre de manera permanente y creciente a instancias internacionales de apoyo.5

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En consonancia con lo anterior, elEstado como actor económico y político puede ser ya considerado como un anacronismo. En la medida en que el alcance de los actores transnacionales privados ha crecido, los aparatos del Estado, cuyas jurisdicciones legítimas están geográficamente delimitadas, han sido debilitados por un poder corporativo transnacional que ha terminado por subordinar a casi todo tipo de interés nacional.6 Esta visiónque coloca al Estado en una posición de práctica indefensión ante el impacto de la globalidad, y a cuya crítica me abocaré en las presentes notas, no deja de tener fundamentos sólidos. Tiene el atractivo de la fuerza inherente al argumento radical bien sustentado, además de la ventaja de contar con gran cantidad de datos, algunos de ellos estremecedores, que los eventos y circunstancias de...