Estamos Dejando Todo Para Salvarnos
Estamos dejando Todo Para Salvarnos?
ES CUESTIÓN DE VIDA
Una persona cuenta lo siguiente: Durante mis vacaciones estaba yo veraneando en una costa pintoresca cuyas peñasbañan sus pies en el mar, y ofrecen cuevas preciosas en que puede uno disfrutar a sus anchas, al abrigo del calor, las bellezas y el esplendor del Océano. Cierto día, absorto en la lectura de un libro,había permanecido mucho tiempo a la entrada de una de esas cuevas, sin pensar en el flujo de la marea que iba subiendo. De repente noté que era preciso no sólo dejar el lugar, sino irme corriendo paralibrarme de un baño forzoso, y tal vez de ser pasto de los peces. Las puntas diseminadas de la roca iban desapareciendo. El agua subía rápidamente y pronto todo estaría cubierto hasta el pie de lalarga pared perpendicular de roca, por lo cual era imposible trepar. No había que perder un momento y sin vacilar partí como una saeta. Pero acordándome de que mi libro había quedado en la cueva hicealto para volver atrás, cuando llegó a mis oídos este grito: “Corra usted ¡por su vida! No hay un instante que perder”. Obedecí, y dejando mi tesoro corrí otra vez para salvarme. La lucha contralas olas y la arena inundada empezaba. El viento soplaba también y me daba con fuerza en el rostro. Mi sombrero se escapaba; maquinalmente traté de asegurarlo en mi cabeza. La misma voz exclamó:“¡Déjelo todo! No piense sino en salvar su vida”. Lo abandoné al viento... Mis botas se iban llenando de agua; se hicieron tan pesadas que me arrastraba en lugar de saltar. Mis fueras se iban agotando. Másestridente oí la voz: “¡Déjelas; quíteselas!” Logré quitármelas, y poniéndomelas bajo el brazo eché a correr”. “¡No! ¡Tírelas! Es cuestión de vida!”. Las dejé caer y seguí. Los guijarros noresistiría mucho y grite: “¿Qué haré?” “Ya voy”, dijo la misma voz, y un brazo robusto cogió el mío. El amigo desconocido me ayudó y juntos subimos la roca. Pronto me hallé en lo alto del peñasco...
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