estetica del cambio
En 1970 Carlos Castaneda dio a conocer un relato de sus viajes a México y las enseñanzas
de un brujo indígena llamado don Juan, quien le ayudó adesmantelar por completo su
experiencia sensorial y a reorganizarla luego.
El valor de la obra de Castaneda radica en que cuestiona toda presunción de realismo
ingenuo que podamos tener acerca denuestro mundo, y en consecuencia, puede
conmovernos lo suficiente para que empecemos a examinar de qué manera participamos
en la construcción de nuestro “mundo de experiencia”.
El autor nocree que nadie conozca totalmente, o pueda jamás conocer totalmente, los
procesos que dan cuenta del cambio personal y social dentro o fuera de la terapia.
Las tentativas de la ciencia socialpor comprender el cambio suministran innumerables
modelos parciales del proceso terapéutico, que con suma frecuencia se desdoblan en
disyuntivas del tipo “o bien… o bien…” en las que se sostiene quesolo una de las partes de
esta dualidad es verdadera, correcta o más útil que otra.
Este modo de establecer distinciones es el que da origen a las contienda entre la
orientación individual yfamiliar del tratamiento, entre las intervenciones vivenciales y
estratégicas, entre las epistemologías lineales y recurrentes, entre la teoría y la práctica,
entre las perspectivas estética ypragmática etc.
Los profesionales vinculados con la salud mental suelen asociar directamente la terapia
familiar a este Zeitgeist, este “espíritu de la época” en materia de ideas y de ac
ción.Sin
embargo la frase “terapia familiar” puede ser algo engañosa, pues alude a un conjunto
muy variado de métodos y de teorías terapéuticos.
Cuando el autor habla de terapia familiar se refierea aquellos enfoques de los problemas
humanos más estrechamente conectados con un examen formal de los sistemas humanos
de relación. Se afirma por lo común que esta orientación tiene sus raíces...
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