estrabon
Elaborado por: Martin Maldonado
Lic. en Filosofía, Teología.
Especialista en Ética, ambientes de aprendizaje.
La palabra conversión nos invita a un cambio de dirección o de rumbo (Medina, 2009). Se nos convoca a una nueva manera de ser, actuar, pensar, una nueva manera de ver, que antes no se tenía. Es una luz nueva, es una REVELACIÓN.
Es conveniente, aceptar que deboconocerme, para proceder a mejorar en mí lo que sea necesario.
Los momentos sugeridos a continuación, no agotan las posibilidades para la reflexión, no son para seguirlos de manera rigurosa, me invitan a que los integre e interrelacione, para que mi diálogo sea profundo y provechoso.
1) Reconocimiento
Aceptar que no se está procediendo bien y es necesario hacer un giro. No es sentir vergüenza,incomodidad o culpa. Los actos pasados, los debo descubrir y mi condición presente se debe mejorar, pero esto tiene que ver con lo que yo soy y con quién es Dios.
Anécdota: Un exitoso judío, que había estado en un campo de concentración nazi, se enteró de que su más querido compañero de aquellos tristes días se hallaba enfermo y solo.
Lo buscó y lo halló en la miseria.
– ¿Ya perdonaste alos nazis? –le preguntó.
– No –contestó el moribundo con vehemencia–, de ninguna forma. Todavía los odio con toda el alma.
– Entonces, te tengo una mala noticia: ellos todavía te tienen prisionero.
2) Actitud
No puede ser de soberbia ni de orgullo. No es acusar con un dedo y hundir en la desesperación. Es un ejercicio de humildad, confianza y esperanza. Es un acto profundamente respetuoso yhumano, por el que la persona se conoce mejor y empieza a ser mejor.
3) Silencio
Se debe tener el tiempo necesario para pensar, reflexionar, recapacitar, pero en el ruido hay desconcentración y confusión. Se debe permitir el tiempo para la interioridad y el poder razonar bien. El poder encontrar mi equivocación. Necesito mi tiempo, para saber en qué consisten mis sentimientos, creencias,verdades y prejuicios.
4) Aceptación
En mi interior hay muchas cosas positivas y algunas negativas. Debo comprender y sobre todo aceptar mi egoísmo que me lleva a la amargura, a la desilusión, a la tristeza y al dolor.
Debo enfrentar abiertamente el dolor. Reconocer con humildad que estoy herido, pues alguien me afectó injustamente y ese daño me causa enorme sufrimiento. Necesito de alguien que meconduzca, ilumine y llene de sentido mi existencia. Muchos hemos optado por Jesucristo. Cristo viene a ser aquí como la lámpara que me lleva a saber la verdad sobre mí mismo; Él es aquel que me enseña lo que yo no sé sobre mí, en expresión del "Cristo revela el hombre al hombre mismo” del Concilio Vaticano II (1967, p.7, n. 22).
Al aceptarme, no maquillo mis errores, no escondo misincoherencias, sino que saboreo la misericordia e inicio una vida nueva.
5) Invitación
Todos estamos llamados a construir una vida plena, llena de opciones por los demás. Incluso por el que no tiene nada que ver conmigo o me ha agredido. Por eso debo regalar lo que perdí. Volver mentalmente amigo al agresor, tratar de comprender sus razones y decirle con mi pensamiento: -Lo que me quitaste, te lo regalo;no lo mereces, pero te lo doy; es tuyo, no me debes nada-. Esto me conduce al verdadero perdón, sin él, no hay nada; con él, todo.
Necesito reconciliarme con mi pasado, cerrar las heridas de mi ayer y mirar con esperanza mi futuro que es incierto, pero prometedor. En esto consiste la madurez.
Lo que sembramos recogemos, la vida es un resultado, sale lo que hemos ido haciendo con ella. Trabajo congusto y con esfuerzo, grato y difícil, alegre y con sinsabores.
Lo más importante es que aceptemos la invitación a la plenitud, a la realización, a la felicidad y no dejemos pasar las horas, los días, las semanas, los meses, los años sin provecho, tirando la existencia, sino que sepamos llenarla de un contenido que merezca la pena y que se inserte dentro del programa personal que cada uno debe...
Regístrate para leer el documento completo.